Profesores de filosofía pero no filósofos
0“Hoy hay profesores de filosofía, pero no filósofos. Y, sin embargo, es admirable enseñarla, porque en un tiempo no lo fue menos vivirla. Ser un filósofo no consiste meramente en tener pensamientos sutiles, ni siquiera en fundar una escuela, sino en amar la sabiduría hasta el punto de vivir conforme a sus dictados una vida sencilla, independiente, magnánima y confiada. Estriba en resolver algunos de los problemas de la vida, no sólo desde el punto de vista teórico, sino también práctico.”
Henry David Thoreau; Walden. Traducción de Carlos Sánchez-Rodrigo.
La idea del texto anterior de Thoreau ha sido profundamente analizada por Schopenhauer o Nietzsche, sin embargo conviene recordarla de cuando en cuando. La introducción de la filosofía en el sistema educativo implica también su burocratización y teorización. No obstante, la filosofía desde sus inicios fue antes una toma de posición vital que una teorización, y si asumimos como prioritario su carácter teórico ¿alguien podrá negar que esa teorización se construyó para ser llevada a la práctica, para ser vivida? Cuando estemos sumergidos, como profesores o alumnos, en los tristes y falaces libros de textos (pero sin textos) de filosofía o en los amarillentos manuales e historias del «pensamiento occidental» convendrá recordarlo… ¿o mejor no?
Sé feliz
Share