Occidente, un mundo psicológicamente tóxico
2 Siempre me ha resultado difícil convencer a la gente de que la misma cultura es uno de los principales culpables de nuestro malestar, pero la tarea parece mucho más fácil desde la publicación del estudio de William Vega en 1998 en Archives of General Psychiatry. Vega, investigador en salud de la Rutgers University, les siguió la pista a varios inmigrantes mejicanos recientes en su intento de integrarse en la sociedad americana. Cuando llegaron a los Estados Unidos, al principio se ajustaron mucho mejor al entorno que los americanos entre los que se habían asentado (tenían la mitad de incidencias de disfunciones psicológicas). Pero conforme se americanizaban, enfermaron cada vez más. Después de trece años de Estados Unidos, sus índices de depresión, ansiedad y problemas con las drogas casi se habían doblado (del 18% al 32%), hasta el punto de llegar a formar parte del índice medio americano[…] La conclusión de Vega: “La socialización en la cultura y sociedad americana incrementará la susceptibilidad a los trastornos psiquiátricos.”
La toxicidad psicológica de nuestra sociedad es como oler mal; nosotros difícilmente podemos darnos cuenta de lo que es obvio para los que están a nuestro alrededor.
No acostumbro a leer prensa ni ver la tele, pero cuando lo hago no puedo menos que percibir como lo truculento, lo sórdido, el sentimentalismo barato y, en general, la estupidez copan los medios de masa. ¿Nadie se ha preguntado el daño moral que puede sufrir un niño que ve en el telediario la mentira y la corrupción de la clase política? ¿o qué pasa cuando una persona es bombardeada día sí y día también con noticias sobre abusos a menores, asesinatos, genocidios? ¿o qué mentalidad desnaturalizada alimentamos cuando vemos en concursos televisivos que el fin supremo es un coche, una cantidad de dinero o un piso y no la virtud, ni el conocimiento, ni el amor? Cuando voy a casa de alguien con tele me siento un rato a ver y no puedo evitar apartar mis ojos, no por indignación o por desprecio, sino porque acabo sintiendo como si un goteo de mierda cayese sobre mi alma.
¿Y los millones de españoles que pasan una media de tres o cuatro horas viendo la televisión? La depresión ¿es una enfermedad o un síntoma? Hoy por hoy, parece que todo el mundo sabe que la salud física es importante, por eso cuidamos lo que comemos y sabemos que es bueno hacer ejercicio, sin embargo, nadie habla de la salud de nuestra mente ni de la “medicina preventiva” o “dieta” que tenemos que llevar para conservarla. Es algo sobre lo que merece la pena pensar un poco.
Sé feliz
Muy buen artículo, me gusta leer opiniones de personas críticas y con un punto de vista diferente del global.
Un saludo!
http://www.martayefra.blogspot.com
Gracias Marta por tus palabras.
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