Monobilingüismo
9Hoy nadie duda de la pertinencia de aprender nuevos idiomas además del propio. Las razones son innumerables, más en un mundo global, interconectado como el actual. Teniendo esto claro no lo es tanto que el idioma que aprendamos predominantemente deba ser el inglés. Desde adolescente, cuando en el colegio empecé su aprendizaje me pareció una imposición absurda: habiendo tantas lenguas en el mundo por qué indefectiblemente todos aprendíamos la misma.
Con el paso del tiempo comprendí los motivos de esta imposición; el desarrollismo en Europa y gran parte del mundo ha venido de la mano del imperialismo estadounidense. Coherente con esta preponderancia político-económica se ha extendido que el inglés es el idioma que todas las personas cultas deberían saber.
Como dije los motivos para aprender un idioma son incontables pero su utilidad no es el más poderoso de todos. Es típica una discusión que tengo con adolescentes sobre la utilidad de los conocimientos que se imparten en un centro de enseñanza: que si para qué quiero saber historia, que para qué sirve la literatura o porqué tengo que saber tocar la flauta, son diatribas que se escuchan cotidianamente y no solo en adolescentes sino también, desgraciadamente, en personas adultas en edad. La cultura científica o la formación humanística no sirven porque no tienen que servir, hace algo más importante: forma o, mejor dicho, deberían formar. En cualquier caso, hay unanimidad en que el estudio del inglés es útil y esa unanimidad es, verdaderamente, la que me incomoda. He estudiado algunas cosas durante mi vida, las que más retengo y aprecio son las que aprendí por el gusto de aprender, no por su utilidad sino por el placer que me producía ese aprendizaje. El inglés se impone como lo utilitario, lo racional y lo lógico que todo el mundo debería esforzarse en aprender; por eso mismo la tesis merece ser rechazada.
El aprendizaje de un idioma debería tener la misma motivación que cualquier aprendizaje auténtico: el gusto por ese mismo aprendizaje. Hemos creado una sociedad civilizada y en continuo desarrollo, rasgo característico de tales sociedades desde el inicio de los tiempos es la instrumentalización de la realidad material y humana. El aprendizaje de una lengua debería sustraernos de esa mentalidad filistea del debe y el haber para fomentar nuestro aprecio y curiosidad hacia otros pueblos con los que compartimos el planeta. Iría aún más allá y no me parecería insensato rescatar el estudio del latín y el griego antiguo para situarlo al mismo nivel que el estudio de las lenguas vivas. ¿Es menos culto y está menos formado aquel que lee a Virgilio o Aristófanes en sus lenguas originarias que aquel que entiende las melodías de los Beatles?
Bajo el marchamo mercantilista en el que vivimos la propuesta anterior parecerá una extravagancia pero si hiciéramos el esfuerzo de pensar más allá del paradigma de la utilidad, si valorásemos el tiempo y esfuerzo que implican aprender un idioma como un deleite que redunda en nuestra propia formación humana y no, meramente, en un medio para alcanzar un fin; quizá la revalorización de las lenguas clásicas que propongo no resultaría tan estrafalaria.
Pero si tomásemos esta reivindicación de las lenguas clásicas por una utopía contraria a los signos de los tiempos, aún así, no veo porque el inglés debiera seguir siendo idolatrado como idioma que todos debemos aprender. Europa es una realidad plurilingüística; sin embargo, a día de hoy nos comunicamos entre nosotros en el idioma de un país que ha abandonado la Unión, también el idioma de un país cuyo presidente, al inicio de su mandato, deseó explícitamente la disolución de nuestro modelo de convivencia. Nosotros como los paletos de “Bienvenido, Mister Marshal” seguimos despreciando nuestra plural riqueza lingüística y cultural en aras del monolingüismo de aquellos que nos desdeñan y desean nuestra destrucción. Alguno que otro se extraña de que no exista verdadera integración europea o que la Unión esté en crisis. ¿Cuándo reivindicaremos nuestra independencia en el nuevo orden global que se está forjando? ¿Cuándo abandonaremos la aculturación lingüística impuesta por el imperialismo yanki para sentirnos orgullosos y promocionar nuestra pluralidad cultural?
La Europa unida actúa hoy de una manera decadente y provinciana en un mundo cambiante y multicultural. Nos hemos encerrado en nosotros mismos de muchas maneras, nuestros sistemas formativos son síntomas y a la vez causas de este necio enrocamiento. Indudablemente, el inglés es un idioma valioso por muchos motivos pero, por ejemplo, la ignorancia de las lenguas y culturas de nuestros vecinos más inmediatos, tanto al este como al sur, fomenta el desconocimiento entre nuestros pueblos y nos aboca a posturas reticentes hacia ellos cuando no al conflicto.
Hay infinidad de razones para aprender vasco, griego clásico, ruso, alemán, árabe o cualquier otra lengua, la aplastante hegemonía del inglés es a día de hoy uno de los mayores lastres para un plurilingüismo reflejo, sin duda, del mundo que está por venir.
Tras leer todo lo anterior algún lector seguirá pensando que se diga lo que se diga el hecho es que el idioma vehicular actualmente es el inglés. No hay duda que esto es así pero es así porque nosotros queremos y pensamos que es y debe seguir siendo así. La fuerza del idioma inglés asienta sus cimientos en el mismo lugar que la fuerza del dólar: en nuestra fe en ello. No sería la primera vez en la historia que un idioma vehicular es sustituido por otro, mi esperanza es que con los nuevos sistemas informáticos de comunicación y traducción, paulatinamente sea innecesario un idioma vehicular único y recuperemos el placer de aprender un idioma por el mero placer de aprenderlo.
Excelente .
«Mi esperanza es que con los nuevos sistemas informáticos de comunicación y traducción, paulatinamente sea innecesario un idioma vehicular único y recuperemos el placer de aprender un idioma por el mero placer de aprenderlo». En mi opinión, esta última frase es una contradicción en sí misma.
Poner las esperanzas en sistemas informáticos que lleguen (¿acaso sucederá?) a tal perfección que no necesitemos más un idioma vehicular comporta poner las esperanzas en que nadie (o sólo unos pocos) quiera aprender idiomas; pues, ¿para qué aprenderlos si tengo una máquina que hable por mí? ¿No sería esto ir contra la (que parece) idea principal de este blog, que es promulgar el conocimiento?
Pero hay que priorizar el conocimiento. Nuestra capacidad no es infinita. ¿Queremos aprender media docena de idiomas para hablarlos todos mal (el bilingüismo, y sobre todo el trilingüismo reales es un mito: nadie, ni siquiera los que han aprendido varios idiomas desde la cuna, habla igual de bien esos idiomas, como con los ambidextros, siempre hay un que predomina) o aprender bien el nuestro para no tener problemas de compresión lectora y expresiva, como pasa con tantos licenciados universitarios, buenos especialistas de lo suyo pero bastante más cerca de eso que se llama «analfabetismo funcional» de lo que podríamos pensar?
Menos idiomas y más matemáticas, música, lengua, literatura, filosofía. En definitiva, menos conocimiento práctico, superficial, y más conocimiento profundo, real. ¡Ah., y más deporte, que una se tira toda la vida estudiando y a los 70 ya empieza a quedarse medio tonta porque ha descuidado el deterioro cognitivo inevitable pero retrasable gracias al ejercicio físico regular!
Creo que la idea que quiere transmitir el autor , es que deberiamos aprender por el mero placer de hacerlo y no por que tenga una utilidad en si.
Por lo tanto no creo que se contradiga para nada.
Vaya por delante que tus textos son de alta calidad. Coincido 100% en muchos.
Sin embargo, este aunque me gusta, sobre todo por que como todas reflexión ajena nos hace pensar. Opino que el placer por aprender, no es en absoluto lo importante, ni esencial, sino complementario, positivo y aconsejable, multiplicador el proceso de aprendizaje, cierto. Pero nada más.
El pensamiento, el aprendizaje tiene una función humana. Nuestra única herramienta de supervivencia es la razón, el pensamiento racional. No disponemos de piel gruesa que nos proteja del clima, ni fuerza para defendernos de depredadores, ni la velocidad para huir de ellos, ni siquiera para atrapar a nuestra pieza para alimentarnos… somos sapiens, y ello significa esencialmente que el conocimiento es supervivencia.
Ello no quita que aprender cualquier idioma puede resultar placentero, o no. Pero desde luego usar la lengua de mayor número de hablantes de cada momento histórico (latín, árabe, francés, español, y hoy inglés) es más útil de forma general que aprender euskera o kazajo.
Discrepo de que sea un lastre, no es adecuado valorar como bueno o malo una realidad comunicativa, simplemente es la lengua franca de facto en economía, turismo, ciencia e investigación, y muy importante, en informática…. y no pasa nada, como tampoco pasaría nada si fuese el ruso, o el español.
Revisa tu paradigma al respecto, puede que confundas liberalismo económico con idioma, veo prejuicio, quizás por ser el idioma del imperio dominante.
Por otra parte, es un idioma fácil en cuanto a sintaxis y flexión verbal… en cuanto a léxico, como todas las lenguas, es inmensa…
No estoy de acuerdo. El inglés no es fácil para un latino, es mucho más fácil el italiano o el portugués.
Pero sobre todo, hay algo que no estás considerando: el efecto colonizador y las consecuencias económicas.
El mundo está cada vez más americanizado entre otras cosas porque la penetración de la lengua inglesa ha hecho que todo l oque proviene de esa región del mundo deje de percibirse como algo ajeno: una ve algo «made in USA» o al menos de una marca angloamericana, aunque esté hecho en China, y ya tiene mejor disposición a comprarlo que si algo está hecho en Canadá, auque sean países con un nivel de desarrollo semejante. Un idioma lleva implícito una visión del mundo, unos valores, unas costumbres, una manera de pensar, no necesariamente política, pero sí «nacional».
Además, ¿alguien ha calculado cuántos millardos de dólares al año se ahorran las empresas estadounidenses en traducciones? Recordemos que en media Europa las películas, documentales, anuncios, etc, no se doblan al idioma nacional sin oque simplemente se subtitulan y a veces ni eso (aquí también empezamos a ver ejemplos de marcas estadounidenses, por ejemplo de moda y perfumería, que directamente están emitiendo el mismo anuncio que han creado para la televisión angloamericana).
¿Y las editoriales, academias, instituciones que cobran por emitir certificaciones de idiomas, etc, de los millardos de personas que aprenden inglés en el mundo? (recordemos que el segundo idioma más hablado nativamente es el castellano, los miles de millones de hablantes de inglés son la mayoría como segunda lengua, es decir, han pagado directa o indirectamente (impuestos que su gobierno gasta en enseñar inglés) por aprender inglés, no lo han aprendido de su entorno.
En fin, que no, que la imposición de un idioma real y vivo (otra cosa sería un idioma artificial sin hablantes nativos que puedan salir beneficiados, como el esperanto o interlingua) no es nada inocente, no es nada por lo que » no pasa nada». Pasa, y mucho. ¿Que esto sea a la larga más positivo que negativo o todo lo contrario? Pues eso ya no lo sé, ni me preocupa mucho, simplemente es la realidad que tenemos y creo que hay que aceptarla porque tenemos más cosas que hacer en la vida que luchar contra el mundo. Pero vamos, que eso de que «no pasa nada»… Hay que limpiarse mejor las gafas, eh, amigo? xDD
Hay que aprender hebreo por esta la lengua de nuestros amos.
El vascuence es una lenguas más antiguas, pero muchas de sus palabras son de nueva creación, porque antes no existían claro… dicho así, es una lengua que tristemente se está pervirtiendo, habría que hacer algo para protegerla y mantenerla intacta.
O no. Me explico:
– En primer lugar ya se ha hecho algo para que no se pierda, pero ha implicado su «destrucción». El euskara batúa es un «engendro» que no es ninguno de los dialectos vascos «intactos» que hay en todo lo que antaño se conocía como la Vasconia, incluída la francesa. Así que el vasoc que se enseña hoy en los colegios es una especia de interlingua hecha a trozos cogidos de este dialecto y otros cogidos de aquel, y otros del de más allá, por eso los vascoparlantes nativos más mayores lo entienden con dificultad en muchos casos y con artificiosidad al menos en los otros, porque en realidad no es su idioma.
– Las lenguas están para servir a los humanos, no al revés. En Europa perdimos el íbero, el fenicio, el sajón, el etrusco, incluso la madre de todas las lenguas occidentales modernas, el latín, que fue la lengua france de Europa hasta hace sólo 5 siglos. ¿Deberíamos intentar recuperarlos? Me parecería un disparate, interesantísmo desde un punto de vista académico, intelectual, sí, pero un disparate desde el punto de vista de la vida real.
Creo que la cultura lingüística está muy sobrevalorada. Nadie pretende recuperar el uso del adobe como material de construcción o de las madreñas como calzado para los días de lluvia, por mucho que hicieran una función excelente cuando no había alternativas más practicas. Hay cosas que simplemente hay que dejar morir dignamente, no convertirlas en frankensteins reconstruidos a pedazos y resucitados.
Estamos cada vez más en un mundo en el que la lengua franca del planeta es el inglés, y con la creciente alfabetización de África, donde la educación se está impartiendo en inglés. Incluso China está usando el inglés como lengua para comunicarse con el resto del mundo, eso de que el mandarín sería la lengua del siglo XXI que se decía hace 10 o 15 años se ha demostrado falso.
Probablemente en un par de generaciones o pocas más nuestros nietos hablen en inglés y el castellano, italiano, francés, etc, sean idiomas residuales, como pasa en EE.UU, donde la segunda generación de inmigrantes hispanos hablan mal el castellano y en menor número pero es que la tercera sólo lo chapurrea, y todavía en una menor proporción de personas, pero es que la cuarta sólo sabe lo que le hayan podido enseñar en la escuela.
Pues bien, si esto, como parece, termina sucediendo. ¿Qué le vamos a hacer, luchar contra el planeta para conservar la lengua de nuestros abuelos? Repito, un disparate. La capacidad de aprendizaje y comprensión humana no es infinita, el tiempo de vida todavía menos. Dejémonos de nostalgias e identitarismos absurdos y dediquemos nuestros tiempo y esfuerzo a estudiar y trabajar en ser cada mejores en lo nuestros, más creativos, encontrar soluciones más solidarias a los problemas dle mundo. Si Ramón y Cajal hubiese tenido aprender inglés, ya veríamos si hubiera tenido tiempo de descubrir la morfología de las neuronas.
Los traductores automáticos son cada vez mejores. Probad DeepL, veréis qué diferencia sobre Google Translate, y esto no ha hecho más que empezar porque uno de los campos más prometedores para la incipiente inteligencia artificial que está pegando un subidón estos últimos años es precisamente el de la traducción.
Así que, como dice el autor del artículo, cualquiera aprenda los idiomas que le apetezca, pero que sea por eso, porque le apetece, no como «obligación» para conservar una lengua antiquísima que obviamente ha de ser estudiada y documentada por los especialistas pero que a la gente común le sirve más bien de poco y le dificulta más que le facilita la vida. Vuelvo a los ejemplos: Einstein no estudió inglés hasta emigrar a Angloamérica, ya bien mayorcito, sino que se dedicó a estudiar Física y Matemáticas, ah, y violín, eso sí que habría que estudiarlo todos porque hacer música es como llevar el cerebro al gimnasio. Tampoco Velázquez supo hablar con soltura otra cosa que no fuera castellano. Lo que hay que aprender a a ser mejores en lo nuestros, no a hablar tal o cual idioma, repito, a no ser que uno tenga interés por ello porque sí, no porque viene bien para el currículum; que luego nos extrañamos de que con más conocimiento que jamás en la historia, más facilidad de acceso y más población ya no aparezcan genios como aparecían hasta principios del siglo pasado. Algo tendrá que ver la «dispersión de fuerza» intelectual.