Tomás de Aquino: la sumisión de la razón a la fe
0 Relación entre fe y razón:
Existe para Tomás un doble orden de verdad sobre Dios: las verdades que sobrepasan la razón y aquellas verdades que son alcanzables por la razón natural del hombre; el hombre por sus propios medios no puede conocer toda la realidad de Dios ya que Dios es perfecto y el hombre imperfecto. El ser humano se equivoca incluso al juzgar las realidades sensibles así que es evidentemente incapaz de alcanzar una realidad inteligible tan perfecta como Dios.
La religión da a los hombres una serie de verdades para ser creídas por fe, algunas de estas verdades el hombre las podría alcanzar con ayuda de su razón natural aunque otras están más allá de su capacidad. Aunque parezca algo redundante que la fe nos muestre verdades que el hombre por sí mismo podría hallar Tomás de Aquino lo justifica diciendo que esas verdades reveladas pero accesibles a la razón natural del hombre como la existencia de Dios sólo se pueden descubrir tras mucho tiempo de estudio y ni todos los hombres pueden dedicarse a ese trabajo ni es conveniente que los hombres vivan su juventud sin estos conocimientos. Por otro lado, la razón se extravía con frecuencia y es habitual caer en el error pero si la fe nos muestra una verdad segura la razón sabe a donde dirigirse en sus investigaciones; si usando nuestra razón natural arribamos a un conocimiento que contradiga la fe eso nos mostrará claramente que nuestro razonamiento es erróneo.
Las verdades que exceden nuestra capacidad racional y que la fe nos propone para ser creídas no pueden ser comprendidas por la razón. Por ejemplo, Tomás de Aquino dice que el misterio de la Trinidad según el cual Dios es uno y es trino a la vez no es algo comprensible por la mera razón pero como es un conocimiento que nos viene de la fe debemos creerlo asumiendo los límites de nuestra inteligencia. Esta imposibilidad de captar las verdades de la fe por la razón intenta marcar distancias con autores cristianos que creían que la razón humana podía penetrar en ámbitos que a juicio de Tomás de Aquino les están vetados.
Aunque algunas de las verdades de la fe excedan la capacidad racional del hombre esto no significa que las verdades racionales sean contrarias a las verdades de la fe. Tanto los contenidos de la fe como la razón del hombre provienen de Dios que es bondadoso; la bondad de Dios nos asegura que nuestra razón, cuando es bien empleada, no yerra ya que Dios sería un maestro malvado si nos proveyera de una capacidad de la que haciendo un buen uso nos condujera al error.
Por ejemplo, según Tomás de Aquino, podemos saber con la razón que Dios existe viendo su impronta en el orden del mundo pero no podemos descubrir toda su esencia que es infinita.
Tomás de Aquino asume que la razón tiene la capacidad de conocer a Dios y la separa de la fe aunque sea supeditándola a ella. Esta separación entre la fe y la razón tendrá influencias enormes en la construcción de la mentalidad occidental.