La mujer como civilizadora: ¿caída en el pecado o salida de la animalidad?
0En la conocida Epopeya de Gilgamesh se cuenta la historia de cómo Enkidu, un hombre salvaje, se apartó de su vida rústica y fue a la ciudad. Cuenta la narración sumeria que Gilgamesh, para evitar los estragos que ocasionaba, mandó al Cazador con la cortesana Lalegre (ya en estos tiempos se consideraba a la prostitución una vida “alegre”) para que se acostara con Enkidu y su manada lo repudiase:
“Enkidu en persona,
Natural del desierto,
Pastaba
En compañía de las gacelas;
En compañía de su manada,
Abrevaba en la aguada,
Disfrutaba del agua
En compañía de las bestias
Lalegre lo vio,
(A este) ser humano salvaje
[…]Y Lalegre
Apartó sus velos
Y descubrió su sexo
(Para que) él tomase su voluptuosidad,
Sin temor
A agotarlo.
Cuando ella dejó caer su vestido,
Él se acostó sobre ella,
Y ella hizo con él, con (este) salvaje
Su trabajo de mujer,
Mientras la mimaba
Con sus arrumacos.
Seis días y siete noches,
Enkidu, exitado,
Hizo el amor con Lalegre.
Una vez saciado
Del placer (que) ella (le había dado),
Se dispuso
A reunirse con su manada.
Pero, al ver a Enkidu,
Escapan las gacelas.
Y las bestias salvajes
Se apartan de él.
Con su cuerpo vacío [de fuerza]Quiso elevarse,
Con sus rodillas paralizadas,
Perseguir a sus bestias.
Enkidu estaba débil,
Incapaz de correr como antes.
(Pero) había madu[rado]¡Se había vuelto inteligente!”
Epopeya de Gilgamesh; tablilla primera, de la edición de Jean Bottéro para la editorial Akal (2007)
La figura de la mujer siempre ha sido protagonista en los mitos sobre la caída. Pandora en Grecia es un ejemplo de ello; el mito de Enkidu también. La mujer, por un lado, hace caer al héroe de su estado primitivo, elemental y salvaje. En ese “estado natural” el hombre es un mero animal entre animales pero no le afligen los males y las angustia del hombre civilizado. Inconsciente de sí mismo, Enkidu era libre e inmortal pues quien no conoce su propia mortalidad no se enfrenta a su destino final y vive como si fuera a vivir siempre. El héroe cae de este estado prístino y se hace inteligente, la cortesana lo arranca de su estado natural y lo civiliza pero a costa de alejar a Enkidu para siempre de su estado originario.
El deseo sexual en este mito aparece valorizado no como lo animal, lo primario e instintivo sino como lo humano. El deseo de Enkidu hacia Lalegre no busca la perpetuación de la especie, como haría una bestia, sino el placer por el placer mismo, hasta que el protagonista se pierde de sí.
El mito de Adan y Eva es parecido en parte:
“ Y vio la mujer que el árbol era bueno para comer, y que era agradable a los ojos, y árbol codiciable para alcanzar la sabiduría; y tomó de su fruto, y comió; y dio también a su marido, el cual comió así como ella.
Entonces fueron abiertos los ojos de ambos, y conocieron que estaban desnudos; entonces cosieron hojas de higuera, y se hicieron delantales.”
Génesis 3, 6-7 (Versión Reina Valera 1960)
De nuevo la mujer como instigadora de la salida violenta del estado natural. De seres desnudos, Adan y Eva se transforman en hombres civilizados que se visten y cubren la desnudez. La tierra ya no dará sus frutos (abandono de la economía recolectora-nómada) y deberá ser trabajada para obtener el sustento (paso a la economía agrícola-sedentaria). De nuevo una metáfora de cómo el ser humano pasó de animal a hombre.
Pero ¿la caída fue tal? ¿Es preferible la simplicidad de los brutos al fruto del conocimiento que nos hace hombres? La mujer aparece según la interpretación al uso de estos mitos como la instigadora del mayor de los pecados pero ¿es nuestra salida de la animalidad una calamidad o una bendición? Probablemente ambas cosas, en cualquier caso lo femenino aparece en estos mitos también como el desencadenante de nuestra salida de la animalidad; la mujer, en definitiva, nos abrió los ojos y permitió que de brutos nos transformáramos en personas. ¿Encubren estos mitos una olvidada verdad histórica, son solo cuentos para contar a los niños o hablan con un idioma que ya no entendemos sobre ciertas certezas enraizadas en nosotros mismos?
foto extraída de:
http://upload.wikimedia.org/wikipedia/commons/thumb/5/59/Enkidu_leon.jpg/220px-Enkidu_leon.jpg