La coevaluación educativa. Un ejemplo de coevaluación

Recordamos de nuestra épocas de estudiantes que solíamos hablar sobre el valor de la educación que recibíamos. Algunos profesores eran especialmente aburridos, pedantes o todo lo contrario, claro. En cualquier caso esas experiencias muestran que el alumno no solo es evaluado por el docente sino que también él mismo evalúa al educador. Por coevaluación educativa se entiende el proceso por el cual tanto el alumno como el profesor se interevalúan. Hoy tendemos a prescindir de la evaluación que los alumnos hacen de la labor docente o del trabajo de sus propios compañeros. A mi juicio es un error. Por ejemplo, en ocasiones, valorar la opinión del alumno, en su justa medida, permite corregir disfunciones del proceso educativo que si no fuera por los que se atreven a expresarlas podrían pasar desapercibidas para el docente. Además, considero como algo digno de ser enseñado la capacidad de expresar opiniones divergentes con educación y respeto; y la capacidad de juzgar o evaluar justamente el trabajo de otra persona. Por lo anterior concluyo que no podrá haber educación democrática mientras la coevaluación no sea una herramienta habitual de los procesos formativos.

Hace unos meses hice un ensayo de coevaluación con unos alumnos. Dibujaron unas viñetas en grupos de tres o cuatro. Una vez realizados los dibujos los diferentes grupos evaluaban los trabajos del resto de los compañeros con doce puntos que debían repartir entre los tres comics que consideraran mejores , con un máximo de seis punto por dibujo. Quería comprobar si los alumnos son tendentes a hacer alianzas entre grupos para transferir puntos entre sí o si se dejaban llevar por lo que verdaderamente pensaban. En general, los dibujos preferidos eran los que estaban mejor elaborados; casi siempre mi opinión sobre el valor de los trabajos coincidía con el resultado de la votación. Este ejemplo solo quiere mostrar que es posible que la opinión del alumno se guíe por criterios racionales cuando evalúa el trabajo de otros o de los docentes, por lo tanto, es una opinión valiosa y que debería ser tenida en cuenta como herramienta evaluativa y para la toma de decisiones en los centros.