La superproducción: el capitalismo ha muerto ¡viva el consumismo!
0A principios de la década, con la amenaza de la superproducción en muchos frentes, cambió fundamentalmente la preocupación de quienes ocupaban cargos directivos. La producción pasó a ser un problema relativamente secundario. Los planificadores cambiaron su enfoque: consideraron en primer lugar el mercado y luego la fabricación. El presidente de la National Sales Executives exclamó,en efecto: El capitalismo ha muerto; ¡reina el consumismo!»
En las convenciones de directores se habló de “la revolución del mercado» y se consideró ampliamente cómo estimular mejor el consumo creando en la gente necesidades de las que todavía no tenían conciencia. Un fabricante de autos habló de aumentar sus ventas vendiendo autos a aquellos «que todavía no saben lo que necesitan”.
Esta urgente necesidad de estimular al público procuró nuevas glorias, prosperidad y poder a los estimuladores profesionales de la industria norteamericana, particularmente a los hábiles persuasores de la Madison Avenue de Nueva York, conocida como «el callejón de la propaganda». En 1955, se gastaron 9.000.000.000 de dólares en la publicidad de los Estados Unidos con un aumento de mil millones desde 1954 y de tres mil millones desde -1950. Por cada hombre, mujer y niño americanos se invirtieron alrededor de 35dólares para persuadirlos a que compraran productos industriales.Algunas fábricas de cosméticos comenzaron a gastar un cuarto de sus ingresos de ventas en promoción y propaganda. Hasta se dijo que un magnate del cosmético había declarado: «Nosotros no vendemos lápiz labial, compramos clientes.»
Vance Packard; Las formas ocultas de la propaganda; capítulo dos de la traducción de Martha Mercader de Sánchez-Albornoz para la editorial Sudamericana. (las negritas son mías).
otros fragmentos de esta obra de Packard:
Análisis de Las formas ocultas de la propaganda.