La estafa de los libros de texto
2En pocos días empezará el curso escolar de primaria y secundaria. De nuevo las familias tendrán que hacer un desembolso que de media ronda los 838 € en material escolar a pesar de que según el artículo 27.4 de la constitución española “ La enseñanza básica es obligatoria y gratuita”.
Dicho así parece un timo más al que se ven sometidos los súbditos de este estado, sin embargo esta estafa no solo supone un desembolso extra en la menguada economía de los españoles sino que es una situación que genera un profundo sufrimiento en muchas madres y menores. Cada vez más padres se ven incapaces de pagar los libros de texto o materiales diversos que se les exige para garantizar la educación de sus hijos, esto, evidentemente, es un nuevo golpe a la autoestima de los progenitores que se ven imposibilitados para acceder al chantaje económico del que son víctimas, siendo inducidos a que se sientan incapaces de asegurar la educación de sus hijos. Pero lo más lamentable de esta situación son los menores que van a clase sin libros de texto o sin cuadernos por el simple hecho de que sus familias han sido golpeadas por la crisis y carecen de medios para comprar unos materiales escolares de calidad mediocre y precios estratosféricos. Como si un niño o adolescente no tuviera suficientes conflictos en su lógico proceso de maduración, nuestra sociedad somete a los hijos de las capas económicamente más desfavorecidas a una nueva humillación; cuando llegan a clase y el docente pide que saquen los materiales para la clase estos chicos no pueden hacer más que cruzarse de brazos o rogar al compañero de al lado que acceda a compartir sus materiales con él. ¿Cómo es posible que docentes, padres y nuestra sociedad en general permita que unos niños vivan una situación como la que describo dentro de un sistema educativo que teóricamente está diseñado para garantizar la igualdad de oportunidades? Las capas económicamente más débiles son sometidas, sin compasión, a este tipo de humillación desde la infancia, para que de este modo comprendan cual es su papel en nuestra resplandeciente democracia.
Personalmente considero que los libros de textos, en la mayoría de las asignaturas, son un lastre del pasado; cuando el conocimiento fluye libremente por la red, los libros de textos se muestran cada día más como anacrónicos. Si nuestras autoridades tuvieran verdadero interés en garantizar una educación igualitaria y de calidad habrían promocionado la construcción de webs colectivas en los que los mismos docentes pudiesen compartir sus propuestas pedagógicas de una manera abierta. Con un 5% de lo que se gastan los padres en libros de textos se podría liberar a un nutrido grupo de profesores para que diseñaran, bajo licencia libre, contenidos curriculares plurales y al acceso de todos; la flexibilidad y la posibilidad de corregir y perfeccionar estos contenidos curso por curso, son otras razones para fomentar este tipo de programas. Lo que digo no es una bienintencionada utopía, muchos profesores preparan individualmente sus contenidos, otros trabajan en proyectos colectivos en la dirección que he indicado sin ayuda públicas de ningún tipo ni remuneración, ¿por qué no se coordinan estos esfuerzos para que madres y padres se vean liberadas de la carga económica que supone la compra de libros de textos al inicio del curso escolar?
La respuesta a esta cuestión ya la intuía desde hacía tiempo pero un artículo que leí la semana pasada pone en evidencia la situación: las editoriales de libros de textos están controladas por mafias ideológicas y económicas de diverso cuño, el rasgo común de estas tramas es su complacencia con el poder establecido y su afán de enriquecimiento a cualquier precio. Libros falsos, sesgados y en donde el fomento de la capacidad crítica está desterrado, generan pingües beneficios a entramados sectarios, a la vez que fomentan la estupidez en los menores que se convertirán, gracias a la degradación educativa generalizada, en perfectos votantes del PPSOE o cualquier otro partido pesebrista de nuestro arco parlamentario. Un negocio perfecto al que no van a renunciar por las buenas por mucho sufrimiento psicológico que genere en los elementos que conforman nuestro sistema educativo. Denunciar esta estafa, renunciar a estos manuales adocenadores no es solo el deber de padres y docentes, es también la obligación de cualquier persona preocupada por el progreso de nuestra sociedad.
fuente de la imagen: http://www.euskalkultura.com/noticias/quemar-lo-malo-y-recibir-lo-nuevo-euskal-etxeas-de-todo-el-mundo-celebraron-ayer-el-rito-de-la-noche-de-san-juan?language_sync=1
Totalmente de acuerdo
Incluso, el cheque libro esconde una trampa. Los libros no lo pagan las familias, sino la administración. Los libros pasan de alumno a alumno durante cuatro cursos y después cambio de editorial. Pero, el negocio sigue intacto. Hoy día tenemos las herramientas para crear contenidos libres que se pueden actualizar en cualquier momento. El único criterio sería el científico y el pedagógico, no el económico. Evidentemente, el sesgo ideológico siempre existe.
En cuanto al sesgo ideológico de cualquier material didáctico, estoy de acuerdo contigo. Pero precisamente fomentar que los autores de tales materiales sean diversos, matiza la dirección y
fuerza del citado sesgo.
salud