Sobre la diferencia entre cazar y disparar contra animales cercados
0 No hay que ser un gran entendido en caza para comprender la diferencia entre disparar contra animales encerrados y cazar. Por cazar solemos entender la actividad que tiene como objetivo capturar o matar animales salvajes; si alguien mata a una gallina en el corral o dispara contra vacas en el establo no es considerado un cazador sino un matarife que mata animales domesticados.
La diferencia entre disparar a animales cercados y cazar es bastante evidente, sin embargo, de unos años a esta parte, en ciertos círculos, se ha pretendido obviar tal diferencia. Estoy hablando de esos cotos de caza privados rodeados de vallas que venden jornadas de caza a algún que otro imbécil con la cartera demasiado llena. No quiero que se me malinterprete, no creo que esté mal timar y sacarle unos eurillos a uno de esos catetos de ciudad que se sienten realizados cuando disparan a animales; pero sí creo que es intolerable el daño que se les hace a la fauna salvaje que queda degradada a mero ganado sobre el que disparar. Igualmente intolerable es el atropello que supone a nuestro derecho a disfrutar de la naturaleza encontrar cada vez más caminos y montes mutilados por cercas privadas. ¿Ni en el campo van a dejarnos tranquilos con sus alambradas?
Si pensamos en el cazador que sale al campo con su escopeta para disparar a las perdices o conejos que encuentre, o en el pescador que pasa la jornada esperando a su presa, comprenderemos hasta que punto los cazadores de cortijo se alejan de lo que comúnmente se ha denominado cazar. Salir al campo para cazar es siempre algo más que disparar contra lo que se mueve; significa comprender y amar la naturaleza, significa aprender a seguir rastros, reconocer aves, deambular por zonas del bosques casi inexploradas, etc. Por el contrario, el cazador cortijero va a una zona acotada en donde las piezas están localizadas y puestas a tiro para que el señorito de turno piense que es un hábil y valeroso cazador. Hasta tal extremo llega el despropósito que a algún que otro “entendido” le han puesto osos de circo borrachos para que no pudiera fallar.
Que dentro de nuestro estado se permitan estos maltratos sobre la fauna y el entorno natural, no debería extrañarnos, vivimos en un país de caciques y mandamáses y este atropello no es de los más graves que perpetran; pero que intenten justificar este abuso como si fuera “protección del medio ambiente” o “conservación” me parece un lamentable insulto a nuestra inteligencia colectiva. Disparar contra animales cercados degrada al arte de la caza; no es lo mismo ir al zoológico con una escopeta que vivir la experiencia integra que supone, verdaderamente, salir de caza.
foto de cabecera extraída de:
http://manuelcabelloyesperanzaizquierdo.blogspot.com.es/2013/02/el-manantial-de-agua-fria.html