Educación, socialización y nuevas tecnologías
0Algo objetivamente positivo de los actuales sistemas educativos estatales es que abre la posibilidad a que individuos de diferente origen o estatus social se interrelacionen. Cuando la población infantil no estaba masivamente escolarizada, los niños jugaban y hacían pequeños grupos de afinidad. Tales grupos estaban condicionados por el barrio o pueblo en donde los niños vivían, el nivel de renta de los padres o por otras cuestiones banales como el sexo o la religión.
Generalmente no se subraya lo que supuso este avance educativo e incluso algunos aún añoran la educación exclusiva; no obstante, el hecho de que los alumnos convivan con menores de otras razas, nivel económico, con algún tipo de discapacidad, etc. supone un enorme progreso en la formación moral de los niños. Por ejemplo, una de las cosas que más ha hecho por la integración efectiva de la mujer es que niños y niñas aprendan a compartir la jornada escolar y los juegos. Se teme y se desprecia lo que se desconoce, fomentar la pluralidad en las aulas forma cívicamente a los menores que comprenden que su modo de vida, de ser o de entender la realidad es una perspectiva entre muchas, promoviéndose así la tolerancia y el mutuo reconocimiento.
Tan importante para el niño es tener contacto con otros menores diferentes a él como interaccionar con adultos que no son sus propios padres. El maestro o el profesor no solo enseña su materia sino muestra a los alumnos un modo de ser adulto distinto al acostumbrado; poco a poco el pequeño va aprendiendo a interactuar con adultos dispares de diversas maneras fuera del entorno familiar, aprendizaje de evidente utilidad para cualquier ser humano en cuanto animal social.
No podemos despreciar la tecnología y lo que ella supone y supondrá en la formación de las generaciones presentes y futuras; pero tampoco debemos olvidar la importancia que tiene para los menores el aprendizaje de pautas de socialización y no introducir tales tecnologías menoscavando la formación moral y social de los niños. La formación en linea o la educación adaptativa son instrumentos relativamente útiles para la adquisición de ciertos conceptos o procedimientos pero no puede sustituir el placer del aprendizaje entre iguales o la compleja relación entre maestro y alumno. Algunos tecnófilos piensan que tarde o temprano la educación será teledirigida, no serán necesario ni las escuelas ni los maestros; no sé si esa profecía se hará realidad pero si así fuere estoy seguro que daríamos a los menores una educación menos humana. La Red contiene una ingente cantidad de datos, la capacidad crítica para discriminar, reconstruir o cuestionar esa información se adquiere, en buena medida, gracias a la interacción social. Si desdeñamos la función socializadora de los centros educativos estamos fomentando una educación unidimensional, que busca la mera adquisición de datos o pericias pero no la formación integra de los alumnos.