La posibilidad de la paz perpetua según Kant
1Aunque es seguro que muchos desearían que la pregunta que inicia este post tuviese una respuesta afirmativa personalmente no tengo una opinión seriamente formada sobre la posibilidad de que las guerras acabasen finalmente. Creo incluso que deberíamos plantearnos no solo la posibilidad de la paz universal sino su idoneidad. Mundos utópicos como los de “Un mundo feliz” plantean el fin de las guerras como el resultado de haber acabado con la voluntad del hombre tal y como la conocemos y de un gran perfeccionamiento técnico de los mecanismos de control social ¿Es deseable la paz perpetua a cualquier precio? Apostaría a que no.
En esta entrada voy a reseñar las ideas que Kant expresó sobre la posibilidad de una paz universal en su opúsculo “Sobre la paz perpetua” (1795). Esta obrilla muy densa en ideas y de interesante lectura tiene un marcado tinte de optimismo y racionalismo ilustrado; en ella Kant llega a sostener no solo la posibilidad de la paz universal sino casi su ineludibilidad en un futuro más o menos próximo. En el suplemento primero de la sección segunda de esta obra titulado “De la garantía de la paz perpetua” el filósofo de Königsberg da tres argumentos para sostener que la naturaleza garantiza el surgimiento de la paz social entre los hombres. Kant entiende “naturaleza” en sentido lato es decir que podemos entenderla como “destino” o como “providencia” o como, sencillamente, “el orden de las cosas”.
La primera razón por la que la naturaleza fuerza a los hombres hacia la paz es que sin ella las primeras comunidades políticas hubieran sucumbido por las comunidades aledañas. Si los miembros del cuerpo social no se uniesen en paz esta unión se produciría por la invasión del extranjero que impondría esa paz social por la fuerza. Esta es la causa por la que los individuos contrarrestan sus impulsos egoístas y se atienen a las normas del derecho renunciando a la guerra continua de todos contra todos. Bien es cierto que el individuo no actúa por moralidad sino para salvaguardar el orden social al que pertenece y sin el cual él mismo desaparecería pero también es verdad que al atener su voluntad a normas externas cuyo fin es la convivencia pacífica fomenta y garantiza la paz externa e interna del estado.
En segundo lugar, que existan muchos estados separados y enfrentados entre sí es mejor que exista una potencia que controlase a los demás de manera absoluta y universal ya que este régimen total sería despótico y destruiría la posibilidad de libertad y moralidad. Por esto es bueno para la posibilidad futura de la paz perpetua que las diferencias de lenguas y religiones hagan que un despotismo universal sea imposible. Kant admite que las diferentes religiones, lenguas y costumbres incitan al odio mutuo pero con el incremento de la cultura y la aproximación de los hombres a través de acuerdos estas diferencias conducen a la paz basadas en un equilibrio de fuerzas y no en la paz del despotismo, “cementerio de la libertad”. Efectivamente si lo pensamos con detenimiento ¿no han pretendido todos los regímenes totalitarios la anulación de la diferencia y la creación de una “cultura común” que en el fondo no es más que el cementerio de nuestra riqueza cultural? Incluso hoy en día cabe preguntarse si la “cocacolonización” yanki no obedece al oscuro deseo de imponer un dominio más o menos total a escala mundial; las insalvables y seculares diferencias entre los pueblos parecen renacer de sus cenizas haciendo imposible, hasta ahora, la tan pretendida homogeneidad cultural de la humanidad.
En tercer y último lugar, del mismo modo que la naturaleza separa a los hombres sabiamente y evita así que los pueblos se unan bajo la violencia o astucia del déspota, el destino une también a los pueblos en relaciones de mutuo provecho que con el tiempo se vuelven imprescindibles para la supervivencia mutua de los pueblos; Kant está hablando del comercio. El comercio que une a las naciones no puede subsistir con la guerra y como el poder del dinero es el más fiel de los poderes subordinados a los estados, los estados se ven impelidos a fomentar el comercio fomentando, a su vez, la paz y las alianzas comerciales entre los pueblos. Por lo tanto, la naturaleza garantiza mediante la dinámica misma de los instintos humanos que la paz perpetua es posible aunque no puede vaticinar su consecución; no obstante, esta garantía convierte en deber trabajar para alcanzar este fin que no es ninguna quimera.
Esta última apreciación de Kant sobre el valor pacificador del comercio me parece interesante pero parte de un concepto de las relaciones económicas precapitalista. Puede que en las sociedades no capitalistas el comercio y el intercambio comercial fomenten y necesiten la paz pero en la sociedad capitalista la mecánica de crecimiento hasta el infinito obliga a los países con este modelo al expolio de los recursos de otras zonas del planeta lo que a su vez provoca guerras con las potencias expoliadoras o guerras intestinas en los países pobres. El comercio capitalista está entrecruzado por contradicciones de difícil resolución y que para nada fomentan la paz sino todo lo contrario. Sin embargo, las afirmaciones de Kant de que el comercio ayuda al mantenimiento económico de los estados y que la actividad comercial se desarrolla más fácilmente en contextos de paz tienen verdad objetiva; por lo tanto cabe preguntarse si será posible la paz perpetua que preconizaba Kant cuando las relaciones comerciales se basen en el intercambio recíproco justo y no en el expolio ni en la depredación ¿Será posible la paz universal cuando las relaciones económicas sean mutuamente enriquecedoras para todos y no tan disimétricas como las actuales? Creo que puede ser un paso para alcanzar la paz perpetua pero no el camino mismo.
el hombre es un lobo para el mismo hombre
cuando Hume, al analizar la cituacion del hombre, pues llegó a una conclucion que el hombre es un lobo para el mismo hombre, esta frase tubo muchas causas, donde verdaderamente las creó a los dictadores pero creo que, la análisis fue bien pero lo malo es que dió la base a muchos dictadores. pero en Kant solo es una análisis que intenta poner la vase y el principios filosóficos.