Autenticidad y educación
0“La falsedad de los padres en la educación de los hijos es el fenómeno más corriente, y los niños son muy sensibles y lo notan al instante, se alejan y se corrompen. La verdad es la primera y principal condición de la eficacia del influjo espiritual; de ahí que sea también la condición primordial del empeño educativo”
No sé como lo hacíamos mis compañeros de clase y yo, era algo casi inconsciente quizás instintivo, pero lo cierto es que a las pocas horas de clase con un profesor lo teníamos calado. Sabíamos quien era un prepotente, un ingenuo, un blando o un borde… cuando fueron pasando los años mi sutileza psicológica se agudizó para poder discernir al profesor amargado, al que no se había preparado la clase, al que no amaba lo que hacía pero cumplía con dignidad su deber, etc. Quizás fuera el lenguaje no verbal o quizás el mero instinto del animal de presa pero a todos los teníamos fichados… como ellos a los alumnos, supongo.
Cuando me empecé a dedicar a la educación me di cuenta de hasta que punto las intuiciones del alumno suelen ser ciertas. Puedes esconder muchas cosas pero por alguna razón, ante veinte personas que te conocen y con las que tratas a diario no puedes esconder el respeto, el interés o el valor que tiene para ti lo que estás enseñando. Ni tampoco el aprecio o desprecio que sientes hacia tus alumnos. Es algo que conviene que los educadores no olvidemos.
Para completar la cita de Tolstoi que inicia este post otra de Paul Lockhart descubierta en Francis (th)E mule Sciencie´s news:
“En particular, no puedes enseñar a enseñar. Las escuelas de educación son una patraña. Puedes ir a clases sobre el desarrollo temprano de la infancia y qué sé yo qué más, y te pueden enseñar a usar una pizarra “efectivamente” y a preparar un “plan de estudios” organizado (que, por cierto, garantiza que tu lección está planeada y, en consecuencia, sea falsa), pero nunca serás un verdadero profesor si no estás dispuesto a ser una persona verdadera. Enseñar significa apertura y honestidad, una habilidad para compartir la excitación y el amor por aprender…“