El conflicto entre fe y razón
9 La palabra fe proviene del término latino “fides” que puede ser traducido tanto por fe como por confianza. Esta “confianza” o creencia en la verdad religiosa asumida por la comunidad ha estado en muchas ocasiones en conflicto con la razón, de hecho este conflicto ya surgió entre los primeros filósofos griegos que sufrieron persecución por considerar que el sol era una piedra incandescente (Anaxágoras) o por dudar de la existencia de dioses (Protágoras). Sin embargo, al carecer de una casta sacerdotal rígida y jerarquizada como el cristianismo estos conflictos entre creencia y razón no fueron tan violentos como después serían.
Pero si consideramos el lugar que ocupa la “confianza” en nuestro modo de acceder al mundo que nos rodea; si meditamos detenidamente en el papel que juega la creencia de verdades no demostradas racionalmente en nuestra vida cotidiana nos damos cuenta que el conflicto entre fe y razón es algo a lo que nos enfrentamos a diario. Por poner un ejemplo, mi vida ha transcurrido hasta ahora con la “confianza” o fe que los que dicen ser mis padres lo son pero ¿es esto un conocimiento probado con la razón? Obviamente no, un análisis de sangre convertiría esa creencia basada en la fe en una creencia demostrada racionalmente pero ¿cuanta gente se plantea realizarse un análisis para corroborar su creencia en que sus padres son tales? Poca gente o ninguna. La confianza o fe en el otro es, también, fundamental en las relaciones humanas: confiamos en el tendero, en el chófer del autobús, en el cirujano que nos opera, etc. La fe, por lo tanto, ocupa un lugar central y necesario en nuestra vida social.
Sin embargo, hay que dejar clara la diferencia entre la fe como creencia racional y la fe como creencia no racional. La creencia de que mis padres son mis padres es una creencia razonable, he vivido con ellos, tengo fotos de niño, nunca nadie me ha dicho que no sean mis padres, etc. Pero además de ser una creencia sensata y por lo tanto posible es una creencia demostrable en cualquier momento por una prueba sanguínea. Esta fe depositada en mis padres es diferente a la fe que nos pide, por ejemplo, una persona abducida por un OVNI o violada por un Yeti: su experiencia es extraña, no cotidiana y sobre todo inverificable. Los programas de “misterios” presentan testimonios de personas en apariencia respetables que son o se visten como científicos para apoyar afirmaciones que son bizarras e indemostrables; la confianza en estos testimonios debiera ser mínima a menos que se presenten testimonios plurales y pruebas incontrovertibles pero estos testimonios y pruebas nunca aparecen. Por lo tanto podemos concluir que la fe aún basándose en algo tan subjetivo como la confianza tiene ciertos grados de racionalidad; en definitiva que no es lo mismo creer que mis progenitores realmente lo son a creer que mi vecino es visitado por seres de ultratumba. La primera creencia es razonable y puede ser probada lo que la convierte en una creencia racional y la segunda es una creencia que choca con todo lo que conocemos y que no resiste la más mínima prueba.
Tras lo anterior cabe preguntarse el lugar que ocupa las creencias religiosas: ¿son creencias razonables o no? Ciertas afirmaciones de la fe católica como la existencia de Dios son mantenidas por muchas religiones e incluso por muchas personas no creyentes (deístas); la idea de un ser infinitamente sabio, poderoso y creador de todo puede ser difícil de concebir pero no viola ningún principio de la razón ni de la ciencia aunque, debemos dejarlo claro, es una idea absolutamente incorroborable. Sin embargo, otras afirmaciones de la religión cristiana como que Dios es Uno y Trino al mismo tiempo o que María concibió virgen a Jesús de Nazaret sí se oponen flagrantemente a algunas leyes de la razón y de la experiencia científica pero para los creyentes la confianza en estas ideas es inquebrantable.
A mi juicio fe y razón se oponen claramente aunque el grado de esta oposición es discutible y matizable. Vimos que la fe es por definición un modo de conocer que se basa en la confianza, sobre todo en la confianza en la tradición y los conceptos heredados. La razón, al contrario, se basa en una profunda desconfianza, un científico, por ejemplo, no creerá el testimonio de alguien sin más, necesitará pruebas, corroboraciones, etc. La ciencia y la filosofía como ejercicios de la razón son actos de desconfianza en lo heredado, en lo que se supone que debemos asumir como cierto. La desconfianza de Copérnico en Tolomeo hizo que nuestra visión geocéntrica fuera sustituida por el heliocentrismo; la desconfianza y falta de fe de Einstein en la teoría de Newton permitió la construcción de la teoría de la relatividad. De igual manera que Aristóteles no fue un fiel repetidor de su maestro Platón sino su más agudo crítico, del mismo modo que Marx fue un heredero del pensamiento de Hegel pero no su continuador o epígono, la ciencia de hoy solo se construye sobre las ruinas de la ciencia de ayer ¿Es esta mentalidad conciliable con la fe religiosa? A mi juicio es evidente que no.
Sé feliz
«Creer, tener fe, es un salto a la obscuridad…»
Ignacio Larrañaga
Evidentemente, no se podrá medir, comparar la fe religiosa, con la razón. Es algo que debemos separar.
Y aunque muchas cuestiones de las que trata la fe religiosa son comprobables, las hay muchas que no; y sin embargo creo.
Muy interesante tu entrada.
Saludos.
Muy interesante la cita de Larrañaga. Yo creo que ese salto en la obscuridad es legítimo e incluso noble cuando lo da uno solo, pero es terrorífico cuando obligas a otros a darlo contigo.
salud
fe y razon
la fe catilica es una fe llena de confiansa y amor asi q no debe ser cuestionada
Pendeja
fe y ciencia
Hombre,…
No hay que confundir fe con fanatismo ni con confusión. Hay sabios con muchos tipos de creencias. E incluso científicos que son unos verdaderos zopencos si los sacas de su entorno.
La fe no se puede oponer a la razón. La razón se utiliza tanto al creer como al hacer ciencia. Si alguien encuentra contradición entre una creencia (o una falta de creencia) y un conocimiento científico está claro que una de las dos ideas que tiene – o ambas – son falsas.
De hecho, una creencia deja de ser creencia si la ciencia llega a explicarla, sin que por ello deje de ser cierto lo que anteriormente se creía.
Como bien has dicho, un avance del conocimiento basado en la destrucción de lo que se pensaba anteriormente, invita a pensar que creencia y ciencia se opondrán. Pero normalmente, el avance de la ciencia no va por esa linea, sino que adopta los conocimientos anteriores y además los amplía.
Según esto es más lógico considerar la fe como una luz para la ciencia que oponerla a ella. A menudo se ha encontrado que las contradicciones entre Biblia y ciencia eran sólo aparentes, porque el conocimiento científico estaba poco desarrollado.
En cuanto al misterio cristiano de que Dios es uno pero son tres personas, no es tan difícil de admitir si se usan adecuadamente los conceptos: para un ser, esencia, persona y naturaleza no quieren decir lo mismo. Hay sólo un problema de vocabulario. Y sino contéstame a la pregunta: «la luz, ¿son ondas o partículas?. Ah! ¿ambas cosas?. Y entonces, los electrones que son ¿ondas o partículas?. Ah, ¿otra vez ambas cosas?. ¿Como una cosa puede ser dos cosas?. Pues a lo mejor no lo entiendo porque no sé muy bien que es una onda y que es una partícula, ni la relación entre las dos …
no entendi…..
no entendi…
fe y razon
Me ayudo para mi tarea de filosofia
fe y razon
no se compara la ciencia confende pero siempre ay q tener fe