El desarrollo de la filosofía antigua
2Los orígenes del pensamiento filosófico: los presocráticos.
Sócrates y Platón.
Aristóteles.
De mano de los presocráticos, la filosofía surgió en el siglo VI a. J. en Asia Menor, en la zona costera al mar Egeo de la actual Turquía. La ubicación de esta región fomentaba contactos con las diversas culturas a través de las rutas comerciales que desde esta zona recorrían el Mediterráneo; además su situación, entre Europa y Asia, fomentaba la comunicación directa con pueblos de costumbres dispares. Este hecho, unido a que la religión griega carecía de una casta sacerdotal que cuidase la ortodoxia permitió que las explicaciones míticas elaboradas por los poetas dieran paso a explicaciones racionales, conocidas como filosofía.
Al principio los límites entre filosofía, religión y poesía no estaban definidos. Por ejemplo, el primer filósofo occidental, Tales de Mileto consideraba que el principio de lo que estaba compuesto el mundo era el agua, esta teoría no es tan diferente a la que ya habían planteado algunos poetas religiosos griegos, según ellos el Océano era el origen del mundo. Según Tales, el agua se transforma en sólida, líquida y gaseosa así que tiene sobrada plasticidad para generar toda la materia que vemos; además todos los seres vivos necesitan del agua y basan su biología en ella. Es esta voluntad argumentativa la que encontramos en la nueva disciplina filosófica y que no está presente tan radicalmente en el pensamiento mítico.
Otros filósofos presocráticos que muestran esa inicial vinculación entre mito y filosofía son los pitagóricos. Para Pitágoras y su grupo, el mundo sensible era aparente, la verdadera realidad está en las matemáticas. Mientras que, por un lado, se dedicaban a la investigación matemática más rigurosa, por otro, realizaban rituales de purificación o tenían creencias espirituales como la transmigración.
Posteriormente, en el siglo V a. J., la filosofía se deslinda más claramente del mito con autores como Anaxágoras. Según este autor el movimiento que existe en el cosmos fue introducido, en su principio por una Mente que carece del carácter personal e intervencionista de las deidades del mito; por contra, Anaxágoras sostiene que una vez que esta Mente introduce el movimiento en el principio del universo cesa de intervenir en él.
A mediados del siglo V a. J. Grecia vive un florecimiento cultural, en este contexto surgieron los sofistas, maestros itinerantes que se presentaban como los nuevos educadores de la juventud helena; a cambio de un sueldo, enseñaban a sus discípulos a defenderse en la arena política. Los sofistas, mayoritariamente, adoptaron una posición relativista en relación a la ética, política y al conocimiento en general. Una frase emblemática de los sofistas es la afirmación de Protágoras según la cual “el hombre es la medida de todas las cosas”.
Frente a los sofistas se situó el ateniense Sócrates, que sostenía la posibilidad de un conocimiento objetivo de la virtud y de la verdad. Con su frase “Solo sé que no sé nada” quería enseñar que aunque el conocimiento de lo que es la virtud es posible, él no lo había alcanzado pero que, aún así, era más sabio que aquellos que como los políticos, los sofistas o los poetas creían que sabían qué era la virtud siendo, en el fondo, ignorantes. Sócrates, por su crítica feroz a la clase política ateniense, en su vejez fue condenado a muerte, pero su discípulo Platón tomó el testigo como crítico de la democracia y del relativismo moral.
Para Platón la ética, en el sentido de como vivir la vida para ser feliz y bueno, tiene una importancia central en su filosofía. La ética platónica se basa en la idea de que el hombre está compuesto por tres almas: un alma racional, específicamente humana, un alma irascible, sede de los impulsos agresivos como la ira, y un alma apetitiva, fuente de nuestros deseos. Lo natural en el hombre es que la parte racional del hombre controle los apetitos e inclinaciones del individuo con ayuda del alma irascible. Que lo racional controle nuestros deseos lleva a la virtud, y la vida virtuosa procura al hombre una vida buena y feliz. Esta felicidad alcanzada por el ejercicio de la virtud no puede serle arrebatada al sabio por nadie.
A pesar de la importancia que tiene para Platón la ética, la política es aún más importante, ya que mientras que la ética trata de la virtud individual, la política analiza la virtud social. En “La República” construye una ciudad políticamente ideal en la que las diferentes clases sociales corresponden a las diferentes almas del hombre. Los filósofos-gobernantes se corresponden con el alma racional, el ejercito se corresponde con el alma irascible y, por último, la clase productiva tiene su paralelismo con el alma concupiscible. La armonía social solo se consigue cuando los más sabios gobiernan sobre los que lo son menos, con ayuda de los guardianes.
Aristóteles, discípulo de Platón, construye una teoría ética según la cual el ser específico del hombre es el ser racional por lo tanto solo gracias a la razón el hombre puede encontrar lo que es, es decir la felicidad. Por esto Aristóteles define que el camino para alcanzar la felicidad, es, de hecho, la búsqueda de un justo medio entre los extremos. Por ejemplo, el valiente es un justo medio entre el cobarde y el temerario.
En política, Aristóteles creerá que el mejor sistema será aquel en donde los mejores gobiernen, sin embargo, como es difícil determinar quienes sean los mejores y encontrar hombres que destaquen excepcionalmente del resto, admite que un pueblo reunido puede gobernarse bien. Pues, aún cuando individualmente las personas sean mediocres, si deliberan reunidas podrán ver los pros y los contras que a un individuo aislado no se le ocurriría. Sólo en masas de hombres corruptos es improcedente la deliberación pública. Además aunque sobre ciertos asuntos delibera mejor el experto que la masa también admitimos que el que vive en una casa sabe juzgarla mejor que el arquitecto que la construyó, así que podríamos admitir que los que viven en la ciudad, los ciudadanos, puedan juzgar los asuntos de la polis.
10
espectacular
Muy bueno 🙂