Esbozo de la filosofía de Ortega y Gasset
0 Podemos decir, sin lugar a dudas, que Ortega y Gasset (1883-1955) es el pensador español más influyente del siglo XX, tanto en el ámbito nacional como europeo. Su labor pedagógica dejó huella tanto en la sociedad española del momento como en la inmediatamente posterior. No se circunscribió al ambiente académico y publicó muchas de sus obras y reflexiones en periódicos con un lenguaje preciso pero accesible. Su intuición de “razón vital” pretendió conciliar los presupuestos del racionalismo con la crítica que de ellos había elaborado el vitalismo a partir de Nietzsche, de aquí que su filosofía haya sido denominada “raciovitalismo”.
Quizás la frase más famosa del autor madrileño sea “yo soy yo y mi circunstancia”, con ella quería mostrar el carácter contextual del yo, carácter que había sido desdeñado desde el cogito desnudo de Descartes. Para Ortega, el yo se presenta como existente, es decir, como el sujeto central de todas las experiencias con las que nos hacemos conscientes de que vivimos. El yo orteguiano es el centro del acto vital, en tanto que busca y dota de sentido a todo lo que le rodea. A su vez, lo que rodea al yo, también lo constituye como entidad real. Esto que rodea y hace posible al yo es lo que Ortega denomina circunstancia, que no debemos entender como el conjunto de cosas y lugares en donde se sitúa el sujeto sino que es todo lo que construye la existencia cotidiana y concreta del yo: condiciones materiales, personas, afectos, recuerdos, coyuntura social, etc. Esta circunstancia plantea al hombre diversos problemas, uno de ellos es: ¿cómo salvaguardar al yo, sumergido en circunstancias accidentales y cambiantes? Para dotar de sentido y salvar al yo y a sus circunstancias el hombre inventa la técnica, el arte, la filosofía, etc.
Otra idea influyente de Ortega fue su concepto de “razón vital”. Con ella pretende superar la parcialidad tanto de autores anteriores que habían concebido a la vida como realidad desnuda y radical (vitalismo), como de otros que habían analizado al mundo y al hombre desde la visión plana de la mera comprensión (racionalismo). El filósofo español establece que, efectivamente, la vida es una realidad radical, algo que subyace a todo lo existente, incluso el racionalismo científico, así como el arte o la filosofía, debe partir del sujeto vital, del hombre concreto que vive y siente su circunstancia. Pero además de esto, Ortega y Gasset reconoce a la vida como una realidad comprensible, razonable pero no agotable por la misma razón. En definitiva, intentar comprender la totalidad vital con la razón es tan irracional como considerar que la vida es totalmente ajena a la razón. De hecho la razón se va construyendo históricamente como expresión y desarrollo de la vida.