¿Podemos mentir para salvar a un amigo de un asesino?
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El problema es el siguiente: un amigo llama a la puerta de tu casa pidiéndote entrar por un motivo imperioso y accedes a que entre. A los pocos minutos, estando tu amigo aún bajo un extraño shock nervioso, llama a tu puerta un señor con un cuchillo de carnicero de quince centímetros en su mano y te dice:
– Por favor, necesito encontrar a tu amigo porque siento el irrefrenable deseo de perforar sus órganos vitales con este arma blanca hasta causarle la muerte ¿está en tu casa?
La pregunta que Kant se plantea en esta situación es ¿debemos mentir o decir la verdad al señor del cuchillo? Lógicamente pensarás, lector, que tu obligación sería negar que tu amigo estuviera en casa y evitarle ese peligro ya que el mal que cometes, mentir, es incomparablemente menor que el mal que evitas, la probable muerte de tu amigo.
Esto es lo que pensaría una persona normal pero hagamos un esfuerzo por entender la perspectiva filosófica del asunto. Si admites que mentir en esta circunstancia está bien deberíamos admitir que hay circunstancias análogas en las que mentir sería correcto, de hecho sería correcto mentir en todas las circunstancias en las cuales el mal moral que se comete al mentir fuera menor que el mal que ocurriría si no se mintiese. Esto es algo que mucha gente piensa y una guía de conducta muy usual, también es esta la razón por la que la mentira es una falta moral que no es tan censurada como otras pero ¿es esto éticamente correcto? ¿mentir si se evita un daño nos dota de una norma moral cierta por la que poder guiarnos? ¿cómo juzgar cuando podemos o no podemos mentir? Claro, si depende del que miente las circunstancias que justifican la mentira son muy diversas pero creo que comprenderás que no siempre coincidirán con el que sufre la mentira. Un ejemplo: tengo graves problemas económicos y una familia a la que alimentar, por razones diversas estoy prácticamente en la ruina pero aún dispongo de fondos para mantener precariamente a mis hijos. Llega una persona que me prestó dinero y me solicita que le devuelva el dinero como me comprometí, la cantidad que le debo es justamente la que tengo guardada para alimentar a mis hijos ¿es ético mentir y decir que no tengo este dinero? ¿Cómo evaluar el grado de necesidad del prestamista frente a mi? No sé nada de su vida o de sus necesidades ¿depende el mentir o el decir la verdad de si él tiene o no tiene hijos que alimentar? Si decir la mentira depende de los beneficios que esa mentira puede ocasionarnos es evidente que abrimos una peligrosa caja de Pandora y la confianza entre las personas se vería fuertemente menoscabada.
La idea de que a veces podemos actuar quebrantando las normas morales si así evitamos un mal mayor o generamos bien es, en cierta manera, lo que sustenta la argumentación que Tony “El Gordo” le da a Bart Simpson cuando este le pregunta si él y sus amigos son ladrones en el capítulo 3×04 “Bart, el asesino”:
Bart: Oye dime ¿sois ladrones?
Tony el Gordo: Bart, ¿está mal robar una barra de pan para dar de comer a tu familia hambrienta?
Bart: No.
Tony el Gordo: Bien, suponte que tienes una gran familia hambrienta ¿Está mal robar un camión con barras de pan para darles de comer?
Bart: Uhh…
Tony el Gordo: Y qué pasaría si a tu familia no le gusta el pan sino que a ellos les gustan los cigarrillos.
Bart: Supongo que sería correcto.
Tony el Gordo: Ahora. ¿Qué pasaría si en vez de dárselos gratis se los vendieses a un precio que es como si prácticamente se los estuvieses dando gratis ¿Sería eso un crimen, Bart?
Bart: Demonios, no.
Esta es la razón por la que Kant se niega a admitir que podamos mentir ni siquiera en el caso que sea para salvar a un amigo de un asesino. Si admitimos que a veces se dice la verdad y a veces se miente ¿es factible vivir en sociedad? ¿es factible el orden moral? Nadie en su sano juicio, argumenta Kant, querría un mundo ni un orden moral de este tipo en donde el cumplimiento de las promesas o los datos que te facilitan otras personas estuviesen a expensas de una valoración tan subjetiva.
La ética de Kant sostiene que el acto moral tiene valor en sí mismo, no en sus consecuencias. Si un médico cura a un enfermo y ese enfermo mata a una persona al día siguiente ¿es responsable el doctor de ese crimen? Claramente no, la obligación, el deber del doctor es auxiliar a quien lo necesita independientemente de quien sea e independientemente de las consecuencias que tenga el cumplir su obligación ¿sería viable un mundo en donde la gente salvase o no a otras evaluando si son buenas o malas y sus futuros comportamientos? Lógicamente no.
Por todo lo anterior Kant argumentaba en su opúsculo “Sobre un presunto derecho a mentir por filantropía” que no deberíamos nunca mentir fueran cuales fueran las circunstancias ni los sentimientos que nos impulsaran a ello. Cumplir el deber moral no es algo fácil, quizás imposible, pero si lo cumplimos es en cuanto somo seres racionales no en cuanto somo seres impulsados por intereses. El mismo nivel de exigencia moral que exige Kant para que no mintamos lo exigirá para que defendamos a nuestro amigo de las garras del criminal incluso con nuestra propia vida porque las consecuencias de cumplir nuestro deber de ayudar al que lo necesita no condicionan en lo más mínimo nuestra obligación moral aunque estas consecuencias sean nuestra propia muerte.
La respuesta que le tendríamos que dar al asesino sería algo así como:
– Señor Asesino le informo que efectivamente mi amigo se encuentra en esta vivienda pero comprenderá que no puedo permitirle pasar a menos que deponga su desagradable actitud.
Bueno, hoy hemos aprendido que si nos persigue un asesino no debemos escondernos en casa de ningún lector de la “Crítica de la Razón Práctica”… y que digan que la filosofía no sirve para nada.
Qué casualidad! Justamente esta semana contaba este tema en clase, a raíz de un texto de De Quincey sobre la crítica que hace a la ética kantiana…
Saludos!
¿El texto de De Quincey no será «Del asesinato considerado como una de las bellas artes», verdad? En este texto el autor inglés hace la broma de que todo buen filósofo ha tenido que sufrir al menos un intento de asesinato para tener la merecida fama filosófica.
A De Quincey la figura de Kant debía de fascinarle tiene una obrilla maravillosa titulada «Los últimos días de Inmanuel Kant» editada por Valdemar si mal no recuerdo que es una obra maestra. Narra los últimos días del genio alemán con todo su desnudo patetismo. Muy recomendable.
salud
Sí, ese es el texto, jeje, muy bueno!
Cierto que a De Quincey le fascinaba Kant, queda plasmado brillantemente en el libro que comentas, que también he leído. ¡Qué libro más entrañable!Una gozada acercarse así a Kant…
Saludos!
De Quincey es un autor conocido pero no goza de tanta afición entre los lectores como otros autores ingleses del XIX. Los títulos de sus obras traducidas y más famosas son de los más sugerente. Además de los dos que hemos citado está «Confesiones de un inglés comedor de opio», mi primera lectura, aún siendo un adolescente, de este autor. Fascinante lectura y curioso retrato de las vicisitudes de un joven romántico por no hablar de la reflexión que plantea sobre las drogas. Otro libro que se mecere una relectura.
Pero si partimos de la base de que, una vez le hayamos respondido al asesino dónde está nuestro amigo (satifaciendo así a Kant), no podremos de ninguna manera actuar para evitar la muerte de éste, ¿no estaríamos así violando la norma moral que nos lleva a ayudar a ese compañero (y que, a simple vista, parece más importante que la que nos llevaría a no mentir)?
Es decir, ¿no es el deber moral de salvar la vida del amigo más importante que el que nos «impide» mentir?
Si sacrificamos la vida del amigo (quebrantando un deber moral) para cumplir otro (el no mentir), ¿no estamos haciendo lo mismo pero al revés?
Precisamente este ejemplo pone de manifiesto los vacíos de la teoría kantiana. En este caso, el poco análisis de la acción particular. Kant habla siempre en términos universales (racionales), pero hay situaciones particulares que son complejas y no siempre se resuelven siguiendo la ley universal (como en este caso). Si debemos prestar atención al caso particular para determinar lo que tiene valor moral y lo que no; la teoría kantiana deja de tener sentido; pues lo que Kant postula son leyes universales (que universalidad hay si la ley no se cumple en el caso particular?
y si el del cuchillo también miente?
Si admitimos que a veces es lícito mentir, eso también vale para el tipo del cuchillo. Quizá él se encuentra en una situación en la que es lícito mentir y en realidad no tiene ningunas ganas de matar a nuestro amigo.
Cómo saber si es lícito mentir si no podemos conocer a ciencia cierta la realidad?
Hacer que mentir no sea lícito es una solución trivial, pero quizá haya otra solución…
y si intenta entrar, le cortaré los huevos
estoy de acuerdo con Kant
Muy interesante
Me voy a la cama después de haber leído esto con la seguridad de que estando en ella seguiré reflexionando. Me ha gustado mucho, tanto como para lamentar no estudiar filosofía desde el instituto.
En realidad…
En lógica estricta, ante la inmoralidad de mentir y la certeza del daño por inacción que sufriría el amigo, lo que habría que hacer es callar, intentar cerrar la puerta y llamar a la autoridad legitima. Técnicamente no sería inmoral, solo maleducado, ¿No?
De todos modos, el planteamiento que hace Kant, aunque se presta a la reflexión filosófica interesante (Y Kant me interesa en muchos términos), puede ser interpretado así también: ¿Puede un ser humano salir dañado o incluso muerto por cumplir con mi propia ética respecto a las mentiras? Porque quizás yo este dispuesto a dar mi vida por no mentir, pero ¿Es justo que un tercero pague con su vida por mi ética?
Es de notar que enunciado así resuelve tanto al dilema del prestamista, porque lo que ya esta en juego es MI patrimonio sobre la que eticamente puedo y debo disponer como el de Tony el Gordo, porque estaríamos hablando de causar un perjuicio a terceros a cambio de una gratificación personal que sería inmoral aceptar.
¿Podemos mentir para condenar a un amigo a muerte?
Siempre que el amigo esté de acuerdo, pues de lo contrario dudo que eso se llame amistad.
Cuando entre tus palabras y las mías, además de aire hay un arma, se puede mentir.
Era un pato
La respuesta correcta al dilema con que empieza el texto es que deberíamos decir al hombre del cuchillo:
«Me apena muchísimo que quieras matar a Chispi, con el cariño que le he cogido mientras engordaba. Pero no podemos dejar a la familia sin cenar, porque me haya encaprichado del pato.»
:b
Se nota que Kant tenía un montón de tiempo libre… El fin supremo es el bien y la consecuencia del bien es la vida. . La pregunta es demasiado frágil. ¿Que tal si no es un asesino, sino un contingente militar?
extremadamente interesante, ahora caere en el deseo de leer “Crítica de la Razón Práctica”
Muchisimas gracias
De verdad…
¡Qué aburridos estáis los filósofos! (y/o aprendices de)
Al asesino se le miente con toda la tranquilidad del mundo ya que la mentira forma parte del ser humano desde que nace, para quien no lo sepa y tenga irreflenables deseos de releer algo. Antes de que mate a mi amigo (o a un familiar -¿cambiaría eso algo?) le miento más ancho que Pancho.
Mi gran dilema moral ha sido si escribir esto o no molestarme en hacerlo.
Tod@s tenemos claro que la opción más facil es mentir y salvar a nuestro amigo. Pero esta no es la cuestión importante del tema; la cuestión es si la acción tiene contenido moral o no lo tiene.
Nadie dijo que cumplir con la obligación moral fuera facil. Como filosofa aburrida considero que la complejidad o la paradoja de la cuestión es la siguiente: mentir es moralmente reprobable de forma universal. Por tanto, si miento para salvar a mi amigo esta acción es moralmente incorrecta. Pero, intuitivamente, estaremos todos de acuerdo en que justamente esa acción es la que parece inmoral. Al final el caso del asesino solo pone de manifiesto las incongruencias y vacíos de la teoría kantiana.
Kant era un cabeza cuadrada, menos filosofia y rollos y mas sentido comun
Kant no tenía amigos, verdad?.
jijiji
No, además menciona en una de sus obras que tocarse es una distracción y además se cree que murió virgen. Pero sí que hay que decir que, pese a parecer un personaje un tanto extraño, todo el mundo hablaba maravillas de él. Decían que era una persona extremadamente amable i educada y que le gustaba conversar con la gente. Yo creo que lo de ser virgen iba más del lado de la misoginia que tenía
Hay otra respuesta
Otra respuesta posible es:
– No tengo por qué responderle a ninguna pregunta, y sepa que voy a llamar inmediatamente a la policía.
(Portazo en las narices).
¿Por qué decir la verdad es lo correcto?
A qué moral responde el hecho de que decir la verdad sea lo éticamente correcto? ¿Por qué mentir no puede ser correcto?
Nuestra concepción del bien y el mal están demasiado condicionadas por nuestra educación judeo-cristiana, pero dejando de lado este hecho y tomando como premisa que somos animales (y por tanto, egoistas), decir la verdad cuando va totalmente en contra de nuestros intereses (en este caso, probablemente nuestra integridad física)es absurdo e ilógico, entra en conflicto con un valor mucho más arraigado que nuestra moral o ética, que es, el instinto de supervivencia.
Esto es una verdadera tontería…
La filosofia y la vida real
El mundo visto desde el punto de la filosofía es totalmente irreal. Está claro que si todos (es decir, absolutamente TODOS los seres humanos) siguiesen las normas filosoficas y eticas entonces esto funcionaría. En la vida real y con este «ejemplo» acabarías muerto tu y tu amigo… por no mentir, absurdo totalmente.
Esta claro que mentir es apropiado dependiendo de la situación y no de las normas filosoficas y eticas que seguimos.
Este documento es de risa. Todos nos damos cuenta de que, en el ejemplo de Bart, cuando dice que tiene una gran familia y tiene que robar un camión ya no es correcto, ya falla algo, concretamente ya no estamos dentro de la misma muestra (como se dice en estadistica).
Como has sido muy educado con tu amigo…
Y al entrar le has saludado y le has dicho: «Pasa, estás en tu casa» cuando llega el asesino y te pregunta si tu amigo está en TU casa. No es ninguna mentira decirle que no está en TU casa sino en la suya…
Moraleja: Ser educado nos puede salvar de situaciones complicadas
Que no sea blanco no quiere decir que sea negro
La mentira existe porque es útil, y porque es una herramienta de nuestra inteligencia. Como personas individuales y con ego, no podemos evitar la regla del interés. ¿O creéis que decidir moralmente y apartando nuestros propios intereses no sigue siendo una actitud interesada? Una actitud puede ser más burda que la otra, pero ninguna decisión se escapa de la búsqueda de la satisfacción personal. Creo que perseguir una actitud moral inmaculada conlleva un interés mucho más ambicioso que el de un simple mortal, un interés de comportarse como un Dios, un interés de poder llegar a estar por encima de la naturaleza de un simple simio mortal…
Kant propone unas reglas “matemáticas” para la vida muy interesantes. Pero en la vida real, no todo es negro o blanco, y existen muchísimas tonalidades. No creo que por no ser estrictamente moral te conviertas en un completo inmoral (Tal y como expone Dani cuando comenta que todos nos hemos dado cuenta de que algo falla cuando se pasa de robar una barra de pan a un camión, por no hablar de cuando se pasa de robar un bien necesario como es un alimento a un vicio como puedan ser los cigarrillos). Creo que es un grave error olvidarse de nuestra naturaleza individualista y egoísta. Creer que la regla del interés puede ser sorteada es precisamente la actitud que hace engordar nuestros egos…
!!!!
pffff…será todo lo kant que quiera pero menuda chorrada.
Como diria Nietze y si no lo dice lo digo yo:»hay que mentir siempre y cuando sea necesario en beneficio propio».No vivimos en un hormiguero.No todo el mundo es igual y lo que me llevo de esta vida es lo que yo he vivido gracias a mí,conmigo y para mí.
Alguien tiene en versión digital o sabe dónde podría encontrar «Sobre un presunto derecho a mentir por razones de filantropía» Gracias
apoyo a kant
Creo que Kant defiende su postura de la verdad sobre todas las cosas, la mentira no es una opcion para el,es la ètica pura, en el mayor de los sentidos.
Kant.es quien.también nos habla.del deber ser.de la ética normativa y del imperativo categórico. ..obra de modo tal que
La máxima de tu acción pueda convertirse en una regla general. Y esta cuestión trasciende toda creencia o comprensión cristiana. Va más allá del mandamiento; no mentir. Es uno y ser con uno mismo, es uno frente al otro,es algo intrínseco, edifican te. Es lo que me da autoridad e integridad, poder.decir la verdad y poder desestabilizar al otro mostrando le el absurdo de su actitud….y usted quien.es,.qu e hace con ese cuchillo….en cualquier caso se debe relativizar la verdad.
Bueno¿ Y por qué para Kant estaría mal mentir, y siempre sería bueno decir la verdad?
Si según Kant hay que «actuar siempre de forma que mis acciones puedan convertirse en norma de moralidad» eso sólo significa que yo debo actuar conforme quiero que todo el mundo sea tratado. Por un lado ahí veo dos escollos: El primero es afirmar que un «asesino» es igual a cualquier persona común, y que por tanto, tengo que tratarla de la misma forma que otra cualquiera que no lo sea (lo cual evidentemente, no es cierto) . Lo segundo, es afirmar que siempre digo la verdad porque quiero que todo el mundo diga la verdad ¿De dónde saca la idea Kant de que una persona no prefiere muchas veces que le mientan a que le digan la verdad, y que por tanto mentir para los demás está justificado en cuanto yo prefiero que me mientan?
En cualquier caso parece más bien un prejuicio personal del filósofo: Que él dijese siempre la verdad no es una prueba de que todo el mundo debería actuar diciendo la verdad. Tampoco veo que comprometa el sistema kantiano el mentir, si se suele mentir por agradar o por obtener un beneficio, es lógico pensar que cuando yo miento por agradar o para obtener un beneficio tambien soy mentido por otros. Otra cosa será que uno se diga kantiano, mienta y pretenda que los demás no le mientan a él.
salu2!