La crisis de la razón ilustrada: Nietzsche
1 Si hay algo característico de la modernidad en general y de la ilustración en particular es la confianza en la razón como medio para el progreso moral y social del género humano. Esta idea de la razón como motor del progreso no se encuentra en el mundo antiguo, que tenía un concepto circular de la temporalidad, ni en el cristianismo, que consideraba la historia del mundo como una degeneración desde la caída de Adán y Eva. El pensamiento de Nietzshe atacará la fe ilustrada en la posibilidad de la razón como instrumento de evolución y progreso.
Para el pensador alemán, la centralidad que para la filosofía ilustrada tiene la razón o la verdad, no es más que un reflejo del monoteísmo cristiano, que consideraba a Dios la realidad última que sustenta el orden del mundo. El racionalista ilustrado, según Nietzsche, ha sustituido la fe en Dios por la fe en la Razón, la Verdad o el Progreso, pero, ciertamente, los fundamentos y vicios de la filosofía europea son los mismos que los del cristianismo. Así como el cristianismo desdeñaba el mundo terrenal como irreal ante la infinitud de Dios, los filósofos europeos han desdeñado la realidad radical de la vida en aras de la razón, un mero instrumento de adaptación biológica. Por el énfasis que pone Nietzsche en el valor de la inmediatez vital frente a la razón, se dice que es un filósofo vitalista.
La razón de los filósofos ha servido al mismo fin que la moral cristiana: embrutecer al hombre en contra de sus impulsos vitales, alejándolo de los designios de su voluntad en pos de fantasmagorías como “el Cielo”, “la virtud moral”, “la Verdad”, etc. Constatando el agotamiento de este modelo, el filósofo alemán anuncia la muerte de Dios, entendida como la muerte de todo fundamento firme que garantice la fe en un “más allá” inexistente. No existe más verdad que la vida ni más mundo que este. La Razón, Dios, el Estado y las otras grandes mayúsculas, son refugios para espíritus débiles y enfermados por el odio cristiano hacia la vida, pero estos grandes refugios han desaparecido, muerto, abandonados en el curso de la historia y ya no son válidos.
Ante la muerte de todos estos valores, el hombre occidental se encuentra desorientado, huérfano de verdad; muchos, preludia Nietzsche, preferirán volver a las faldas de un dios cualquiera, pero unos pocos serán capaces de construir otros valores afirmativos de la vida, del deseo y de la dicha. Valores que no serán absolutos ni estarán garantizados por entidades ultramundanas, valores sostenidos por la misma voluntad de sus creadores, verdaderos superhombres entre el rebaño que se aferra a la negación de la vida.
Para ejemplificar las ideas de superhombre y la voluntad creadora recomiendo un artículo que enlaza el pensamiento de Nietzsche con la obra de Alan Moore. La relación entre voluntad de poder, magia y arte me resulta sugerente y creo que puede ayudar al lector interesado en el pensador alemán a comprenderlo algo mejor:
Filosofía, feminismo y magia en Alan Moore. [La Esfera Gris]
Contrapunto
En la novela de Aldous Huxley «Contrapunto» hay un personaje que nos cuenta que a lo largo de la historia de la humanidad, la educación ha deformado a los hombres, desarrollando de forma monstruosa o bien el lado espiritual, o bien el lado racional, construyendo seres deformes con un lado hiperdesarrollado y otro hipertrofiado.
Creo que esta visión de lo que podría ser la Edad Media por un lado, y la Ilustración por otro,concuerda bastante con Nietzsche.