Lo subjetivo y la arbitrario

Que muchos supuestos problemas filosóficos están provocados por un uso inapropiado de los términos ya lo dijeron los filósofos analíticos: la filosofía es solo un mal uso del lenguaje, es como intentar usar el lenguaje náutico para explicar la mitosis celular, a lo mejor es posible, pero inevitablemente tendremos que retorcer y abusar de las palabras para conseguirlo.
 Dejando al lado mi peculiar moraleja sobre la filosofía analítica, me gustaría hoy dejar constancia de una confusión frecuente en el uso del lenguaje ordinario, entre la idea de lo subjetivo y de lo arbitrario. Aunque muchas personas, me atrevería decir que la mayoría, utilizan ambos términos como sinónimos, no lo son en lo más mínimo. Es frecuente que alguna discusión más o menos trascendente se dirima con un “¡Bueno! Eso es subjetivo”, como si esa palabra disolviera cualquier posibilidad de solucionar la controversia. Otras variantes del lema “eso es subjetivo” son, por ejemplo, “eso es lo que piensas tú”, “eso es tu opinión”, etc. Todas estas expresiones son logicidas, es decir, matan el logos, la posibilidad de discurso en tanto que confunde la opinión personal racionalmente fundada con el mero capricho.
 Un simple ejemplo lo explicará fácilmente. Si yo pienso que una aspirina me calmará el dolor de cabeza porque así lo ha hecho otras veces y porque confío en la medicina oficial estoy expresando una opinión personal, basada en hechos que me han ocurrido a mí anteriormente y en mi fe personal en la ciencia médica. La idea “la aspirina me calmará el dolor de cabeza” es subjetiva, además y sobretodo, porque es una idea expresada por una persona como lo es cualquier idea u opinión (téngase en cuenta que toda idea u opinión es construida por una persona, una subjetividad, y que por lo tanto toda idea, opinión o percepción es subjetiva en tanto está construida por un sujeto). Sigamos con el ejemplo, si yo mismo opino que lo que me quitará el dolor de cabeza será repetir tres veces “la grapadora está rota” en voz alta porque es lo primero que se me ha ocurrido, la opinión es subjetiva, como la anterior, pero su grado de alejamiento de lo real es, a priori, mayor, en tanto que lo fundamento en bases menos sólidas que mi opinión anterior. Esto no quiere decir que la segunda opinión sea falsa frente a la otra, pero, desde luego, le damos un mayor grado de validez hasta que otros datos u opiniones vengan a matizar los hechos.
 Por muy escéptico teóricamente que nos declaremos, nadie va por la vida considerando que todas las opiniones subjetivas tienen la misma validez. Si a un niño le preguntamos qué cuantos son dos y dos podría responder que cinco o que cuatro; en uno y otro caso la respuesta es subjetiva, es expresada por un sujeto; sin embargo, que las opiniones sean subjetivas no implican que no puedan ser falsas como en este ejemplo.
 Al evaluar el trabajo de otra persona, la calidad de una obra artística, la posibilidad de obtener un puesto, o la predisposición de una persona frente a nosotros elaboramos opiniones subjetivas más o menos fundamentadas. La evolución cultural y la experiencia nos demuestran que las opiniones que han sido apoyadas por experiencias previas, por tiempo de reflexión y que han sido sopesadas en sus pros y contras, tienden a acercarse más a lo real que las opiniones subjetivas que carecen de reflexión, es decir las opiniones sin fundamentos o, podríamos llamarlas, arbitrarias. Como esto es un tendencia no una ley, siempre conviene escuchar lo que otros tengan que decirnos para cambiar o hacernos perseverar en nuestra idea.
 El médico cuando diagnostica da una opinión subjetiva basada en su ciencia que no es exacta; si alguien que no es médico nos pretendiese diagnosticar tirando una moneda al aire ¿le íbamos a dar la misma credibilidad que al galeno? Que ambas opiniones sean subjetivas no implica que ambas valgan lo mismo. Lo subjetivo no es lo mismo que lo arbitrario y el que aduce la subjetividad de una cuestión para retirarse de un debate está asumiendo su ineptitud radical para cualquier discusión ¿qué se puede discutir con alguien que no asume la posibilidad de alcanzar mediante la reflexión un mayor o menor grado de acercamiento a lo real? Muy poco, en mi opinión.

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