Nicolás Maquiavelo como defensor del gobierno del pueblo
4Como ya he comentado en algún otro artículo, el pensamiento de Nicolás Maquiavelo ha sufrido el destino de todo pensar profundo: ser tergiversado e ignorado. Una de las mayores tergiversaciones de la filosofía del florentino fue considerarlo un defensor de la tiranía;este artículo pretende ayudar a esclarecer la verdadera postura de Maquiavelo sobre el mejor sistema de gobierno. El autor italiano se muestra explícitamente partidario del “gobierno del pueblo” en diferentes lugares de su obra “Discursos sobre la primera década de Tito Livio”. Y hablo de “gobierno del pueblo”, no de democracia. Esta palabra ha sido secuestrada y su sentido bastardeado para denominar el actual sistema plutocrático. No me extenderé sobre esto, solo subrayar que otro concepto muy diferente al que solemos estar acostumbrados de “democracia” ha recorrido toda la filosofía moderna; Maquiavelo, Étienne de la Boétie y Rousseau son hitos de esa historia ocultada e ignorada.
El capítulo LVIII del libro primero de los “Discursos” tiene por título “La multitud es más sabia y constante que un príncipe”, aquí el florentino intentará mostrar cómo y por qué el pueblo es más sabio y más apropiado como gobernante que un príncipe.
El genio de Florencia reconoce que es ardua la labor de ponerse de lado del pueblo y no de los príncipes. Y la razón es clara: cualquiera puede menospreciar impunemente al pueblo, pero a los príncipes no tanto ya que se corre el riesgo de ser castigado.
Cuando Maquiavelo habla de “gobierno del pueblo” tiene en mente la organización de la Roma republicana y de la Atenas clásica, es decir, una organización democrática asamblearia. En este tipo de organización el pueblo reunido escucha a los oradores y toma decisiones que obligan a todos. Cuando estas masas viven sin freno, es decir, sin respeto a la ley, producen desgracias para el estado y las personas que lo conforman pero, se pregunta nuestro autor, ¿acaso no ocurre lo mismo con un príncipe no sujeto por la ley? Maquiavelo concluye que así es y sostiene que el daño que produce un rey intemperante y corrupto es mucho mayor que el que proviene de una masa sin ley. Porque en una masa corrupta las pasiones de unos chocan con las de otros y eso ayuda a suavizar la corrupción, además en una masa corrupta siempre existen hombres virtuosos que pueden moderar las pasiones de los más; sin embargo, el príncipe corrupto no tiene a nadie que refrene sus pasiones, antes al contrario, partidarios y lacayos que le obedecen en sus desmanes. Como un príncipe sin ley elegirá rodearse de hombres sin ley ni virtud, se sigue y se observa en la historia que un príncipe corrupto nunca ha sido enderezado sino por la espada, mientras que muchos pueblos imprudentes han sido enderezados por la palabra de hombres ecuánimes; por esto dice Maquiavelo que la corrupción del príncipe suele ser mayor que la del pueblo, porque la dureza de una cura pone en evidencia la gravedad de una enfermedad.
También es criticada la eficiencia del principado comparado con el gobierno popular: mientras que el príncipe hace sufrir al pueblo sus errores, el pueblo sufre los suyos en propia carne; ¿qué mejor cosa para espolear la inteligencia del colectivo y ayudar a enmendar errores que sufrirlos uno mismo? Además el florentino constata el hecho histórico de que las ciudades han progresado siendo libres y han menguado siendo esclavas. Para ello pone los ejemplos de Atenas cuando se deshizo de Pisístrato y de Roma cuando expulsó a los reyes. Incluso hoy en día, en donde apenas existen pueblos que se autogobiernen, observamos como en los lugares con una mayor libertad y seguridad relativas, existe mayor riqueza y progreso social que aquellos países en donde los pueblos no han asumido la responsabilidad de su propia soberanía.
Solo reconoce Maquiavelo cierta superioridad del principado sobre el gobierno popular en el establecimiento de leyes y ordenamientos políticos nuevos. El príncipe sí tiene capacidad para ordenar la vida cívica, es más fácil a un solo hombre hacer borrón y cuenta nueva que a una multitud. Pero en el modo de vivir y progresar dentro de un orden político justo, el filósofo italiano considera al gobierno popular innegablemente superior al principado.
Nicolás Maquiavelo; Discursos sobre la primera década de Tito Livio; libro primero, capítulo LVIII; traducción de Ana Martínez Arrancón para la Editorial Alianza.
Un comentario…
… refererirse a Roma y a Atenas como «democracias asamblearias» da un poquico de cosica. Casi, casi, como si nos olvidásemos que estaban basadas en un sistema de explotación esclavista. Casi.
En ningún momento digo que la Roma republicana o la Atenas clásica fueran «sistemas utópicos». Sencillamente tenían un modo de organización política que no era el que tenemos hoy en día en buena parte de Occidente y que podemos denominar «democracia representativa». Quería dejar clara la diferencia entre una democracia asamblearia y una representativa, solo eso.
Y además las mujeres también estaban excluidas de la asamblea, a mi eso tampoco me gusta… ¿tengo que recordarlo cada vez que hable del mundo grecolatino? Sinceramente, lo daba por supuesto.
Gracias por tu comentario, me gusta perfilar las cosillas que, quizás, no estén del todo claras.
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No hombre, no es que sea perfilarlo. Es que es totalmente lo contrario. Que los revolucionarios de los siglos XVIII y XIX se apoyasen ideológicamente en aquellos términos y conceptos ideológicos no significa que su realidad tenga nada que ver con ellos. La democracia occidental representativa burguesa da mucho, muchísimo, más poder que cualquier intento de ello en la Antigüedad: por el simple hecho, de que lo que había en la Antigüedad no era democracia en el sentido que la entendemos nosotros.
TODOS los ciudadanos podían participar en los procesos políticos, de acuerdo, pero que TODOS LOS INDIVIDUOS sean CIUDADANOS, es una cuestión que aparecerá mucho, muchísimo más tarde. La Declaración de Derechos del Ciudadano y el Hombre habrían causado un infarto a Pericles, Tucídides
o Aristóteles.
Decir que esos regímenes eran democráticos es como decir que la Alemania Nazi era socialista porque, en fin, luego tenía ciertas políticas sociales con los que decidió que podían tener derechos ciudadanos.
Maquiavelo como un defensor de la vox populi, se relaciona a esta con la democracia socialista de Marx, de Rosa Luxemburgo, o la burguesa, es un anacronismo histórico como la copa de un pino. Y no lo digo a malas, sino desde la crítica histórica.
En todo caso, cuando se habla de un RÉGIMEN ESCLAVISTA como el greco-romano, lo que habría que «perfilar» que cierto grupo de individuos tuvo derechos democráticos, pero no precisamente lo contrario. La de Atenas no era una democracia coja, quizá un esclavismo cojo.
Perfilando 2.0
Considero que el término «democracia» es de uso sobradamente común para referirse al sistema político de la Atenas clásica y otros análogos de la antiguedad, como cualquiera puede comprobar consultando la web o manuales de historia, historia política…
Que la democracia ateniense y la romana se basaban, para la deliberación y la toma de decisiones, en Asambleas es algo sobradamente conocido.
Por tanto, considero correcto denominar a estos sistemas «democracias asamblearias» o «democracias directas». Lo que signifique esto hoy en día es para mi intrascendente y quien sopesase este artículo con algún prejuicio sobre ese significado caería fácilmente en un anacronismo.
muchas gracias por comentar.
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