¿Por qué se prohibe la educación prohibida?
0El pasado mes de agosto se estrenó la que se considera primera película en español financiada mediante crowdfunding, “La educación prohibida” de German Doin. Un documental que todo alumno, maestro o padre debería ver, y que plantea temas tan fundamentales como, por ejemplo, el adoctrinamiento moral e ideológico que sufren los niños que van a la escuela oficial. El documental más que aportar una solución, plantea múltiples respuestas y apuesta, claramente, por una educación plural no cristalizable en una ortodoxia. Unos problemas de nuestro sistema educativo oficial es, precisamente, que se erige como único y verdadero; en vez de una pluralidad pedagógica que permita contrastar empíricamente resultados fruto de distintas metodologías y que se adapte a la diversidad personal y social de los menores, la educación se sistematiza y se convierte en estándar, normal, correcta… y se impone a todos sin atender a la diferencia.
Este largometraje muestra, por ejemplo, la necesidad de no establecer una segregación tan rígida entre alumnos de diferentes edades que impide una formación activa en valores no basada en la coacción de un superior sino en el reconocimiento entre iguales. Una educación que fomente una relación humana, de persona a persona, entre el alumno, el maestro y los padres para alimentar en el niño la capacidad de decidir sobre su presente y futuro con responsabilidad.
Es ilusionante que en el ámbito de nuestra cultura hispana haya sido posible un documental de esta calidad sobre, precisamente, educación. Es, igualmente, gratificante observar que las propuestas de una educación más humana y libre florecen en países tan lejanos en la geográfico y tan cercanos en sus esperanzas. Poco a poco, nos vamos dando cuenta todos juntos del sufrimiento moral que genera y la estafa intelectual que supone el actual sistema educativo. Quizás algunos tras ver este reportaje se pregunten cómo es posible que tras años de fracasos y críticas en profundidad el actual sistema educativo siga imperando y lastrando nuestro desarrollo personal, social y económico. Esa es la verdadera pregunta y la respuesta, en mi opinión, es que el yugo político que soportan nuestros pueblos sería insostenible sin inculcar a los niños, desde muy pequeños, la sumisión como valor moral. El simple hecho de que hoy se considere “malo” a un niño por ser activo, cuando no se le considera “enfermo”, muestra como la moral del esclavo es la moral inculcada a nuestros menores y a nosotros mismos.
Un enjambre de parásitos esquilma al pueblo de su trabajo y riqueza. Llegan a las más altas cumbres del poder y ordenan recortes de derechos, aumento de impuestos… sumen a la mayoría de la población en la miseria y cada cuatro años nos dan permiso para que “decidamos” unos nuevos amos que nunca son nuevos, son siempre los mismos con diferentes ropajes. ¿Cómo soportamos la humillación sin rebelarnos? Porque desde la escuela hemos interiorizado como “normal” la obediencia. Si toda una generación fuera educada de tal manera que aprendieran desde pequeños a tomar decisiones conjuntas y se acostumbrasen a que su voz fuera escuchada y respetada ¿durante cuanto tiempo seguirían viendo normal o justo el actual sistema político partidocrático que conculca los más básicos derechos de hombres y mujeres? Por eso, esta educación siempre estará prohibida y solo podrá ser real el día en que decidamos recuperar nuestra soberanía y abandonar la esclavitud.
Dejo también un vídeo sobre el proyecto Reevo que se inició a colación del anterior documental. Cuanto menos propone un sistema para encauzar aquellos esfuerzos colectivos que se dirijan a luchar por una educación nueva y mejor para la siguiente generación.
Reevo – Red de Educación Viva from Reevo on Vimeo.