«Esta frase en mentira»
0 Ya escribí un artículo amplio sobre la paradoja del mentiroso y sus diferentes formas, pero hoy me gustaría presentar este dilema lógico de modo más resumido.
La frase “esta frase es mentira” tiene una peculiaridad que muy pocas frases de nuestro lenguaje tienen: no puede ser ni verdadera ni falsa. La afirmación “Dios existe” puede ser verdadera o falsa, aunque algunos consideren que no se puede demostrar tal afirmación aceptaremos como factible, en mayor o menor medida, tanto que Dios exista como que Dios no exista. Sin embargo, la frase «esta frase es mentira» carece por sí misma de valor de verdad, ya que si fuera verdadera, por lo que ella misma enuncia sería falsa, lo que nos haría incurrir en contradicción. Por otro lado, si fuera falsa, enuncia que es falsa, lo que es cierto, lo que hace a la oración verdadera, que nos hace caer, de nuevo en una contradicción.
Otra formulación de este tipo de paradoja es la conocida como “paradoja de Russell” o “del barbero”. Se enuncia así: “Si en un pueblo el barbero afeita a todos los hombres no que se afeitan a sí mismos ¿quién afeita al barbero?”
Para mi, como moraleja filosófica que saco de estas paradojas es el carácter irreductible que tiene la realidad ante el lenguaje. El lenguaje se muestra como un instrumento para captar lo real y como tal herramienta no se puede usar contra sí mismo. Atrapados en nuestro universo de palabras, negamos a la realidad vida más allá de los barrotes de nuestra cárcel, y cuando la realidad no se atiene a las fronteras que nosotros arbitrariamente le marcamos, nos echamos las manos a la cabeza. Palabras son solo palabras, deberíamos recordad más a menudo.