«Difícil resulta la moderación en la defensa de la libertad»
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Es imposible cuantificar el daño que ha hecho a nuestra comprensión del mundo el abandono de la lectura de los clásicos, pero ha sido enorme. En el Renacimiento, en la Ilustración… parece que en la sociedad mediterránea y europea, siempre que ha habido un momento de esplendor cultural o político, ha llegado aparejado a un rescate de los clásicos grecolatinos. No hablo de filosofía, hablo de literatura y hablo, hoy, sobretodo de historia.
Es extraño no leer a Tucídides, Herodoto, Polibio o Tito Livio sin aprender algo de nosotros mismos y de los que nos rodean. Aún cuando narren hechos históricos, la historia parece solo el escenario en donde se representa el espíritu del hombre, con sus luces y sombras, con su heroísmo y su mezquindad. Es difícil e inquietante preguntarse por el daño que nos hemos hecho como cultura y como civilización cuando convertimos la historia en una enumeración estéril de cifras y nombres.
Dejo al lector un breve fragmento de Tito Livio. No sería extraño que encontrase en este texto más actualidad, más compromiso con la verdad y mejor comprensión de la realidad política que en todos los artículos de periodistas y discursos de políticos que haya leído últimamente.
“Tan difícil resulta la moderación en la defensa de la libertad: mientras se simula pretender la igualdad, cada uno se encumbra a sí mismo a costa de rebajar al otro, y mientras se busca evitar el temor, uno se convierte a sí mismo en temible, y la injusticia que rechazamos de nosotros mismos se la inflingimos a otros, como si no hubiera más alternativa que cometerla o padecerla”
Tito Livio; Historia de Roma desde su fundación; Lib. III, cap. 64, 11.
Traducción de José Antonio Villar Vidal
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