Sobre la importancia de la educación física para una formación plena
2 En el segundo libro del “Emilio” J. J. Rousseau subraya la importancia que tiene la formación física para el niño desde que empieza a andar hasta la preadolescencia. Aunque algunos axiomas pedagógicos del filósofo suizo son cuestionables, la importancia que concede al ejercicio físico en el proceso educativo, sobre todo en la etapa que antecede a la adolescencia madura, es algo fácilmente comprensible para cualquiera que haya observado a los menores en el patio del colegio.
El lastre de la moral judeo-cristiana nos ha impedido hasta ahora ver lo obvio: que el hombre es tanto un ser intelectual como corporal. Ni siquiera el intelectualista Platón olvidó tal cosa y reivindicó la educación gimnástica como parte esencial de una formación plena, no solo para el niño sino también para el adulto. Sin embargo, seguimos aferrados a la idea de que es natural que niños y adolescentes pasen horas y horas sentados en sus pupitres sin apenas realizar ninguna actividad física durante largos periódos de tiempo. Pero eso no es natural, más bien parece un sistema de tortura, máximamente cuando se sabe que en esas edades los menores necesitan exteriorizar su energía física con actividades motoras.
No solo Platón y Rousseau sino la mayoría de los autores que han reflexionado sobre educación y los sistemas formativos exitosos, han prestado una especial atención a la educación física ya que, un sano desarrollo de las capacidades físicas potencia un sano desarrollo intelectual. El joven que puede realizar una actividad física suficiente para liberar sus tensiones, se encontrará en una situación ventajosa cuando tenga que pasar horas ante un ordenador o un libro estudiando. Si encerramos a un animal en una jaula estrecha enloquece, del mismo modo, los menores que están en un momento clave de su desarrollo físico y se les impide la liberación de esa energía física, obligatoriamente tendrán una atención deficitaria y adoptarán conductas disruptivas que perturbe su proceso de aprendizaje y el de los demás alumnos.
En nuestro actual sistema de enseñanza se opta siempre por la cantidad en vez de por la calidad. Se prefiere que los alumnos tengan más de diez asignaturas, horas de clases interminables y vastas jornadas en donde se les enseñe lo importante y no se pierda el tiempo en materias supuestamente secundarias como la educación física. Se gana horas de clase para matemáticas, lengua o sociales a costa de reducir las horas de educación física y banalizar las materias asociadas al ejercicio corporal. No se comprende, o no se quiere comprender, que si los alumnos tuvieran la posibilidad de realizar más ejercicio físico, además de potenciar capacidades evidentemente útiles, estarían más dispuestos a atender en el resto de asignaturas. Como parece que la única manera que tienen nuestros teóricos educativos de aumentar el nivel en ciertas áreas es aumentar el número de hora de esas áreas, no son capaces de comprender hasta que punto orillar el ejercicio físico en el colegio e instituto lleva a que muchos alumnos se mantengan tensos o distraídos en un aula cerrada; y que esto, a su vez, lleva a que los niveles en esas áreas tan importantes bajen cuando se incrementan las horas de esas áreas.
No estoy proponiendo que el ejercicio físico obligatorio para todos se convierta en el eje vertebrador del sistema de enseñanza, sino adaptar de una manera más razonable dentro de nuestros centros educativos las necesidades de desarrollo y ejercicio físico de los adolescentes al resto de necesidades. No debemos olvidar que la necesidad de actividad física en un menor es mucho mayor que en una persona adulta, en ocasiones olvidamos esto cuando pensamos en educación. También se puede constatar que algunos chicos muestran poca actitud e interés por el ejercicio físico, esto debe ser atendido como lo debería ser el caso contrario, más frecuente.
Si pensásemos que la educación física solo sirve para desfogar a nuestros alumnos caeríamos en un error. No es solo por esta utilidad negativa por lo que la educación física debería tener un papel que hoy no tiene. En primer lugar, se me ocurre preguntarme hasta que extremos nuestra salud física y psicológica no se vería mejorada si desde pequeños estuviéramos acostumbrados a la actividad física. Que hacer deporte es bueno para la salud física se entiende por sí mismo, que fortalece nuestra salud psíquica es algo claro para los que hemos realizado algún tipo de deporte. El deporte genera endorfinas de manera natural; nos obliga, en muchos casos, a socializar y trabajar en equipo; y nos hace paulatinamente conscientes de nuestros propios límites de una manera progresiva y poco traumática. El deporte de equipo o competición, además, ayuda al menor a autoconstruir una autoestima realista y fuerte no basada en la victoria o derrota puntual, sino asentada en el conocimiento de nuestro propio cuerpo y la optimización de nuestras características físicas específicas con el trabajo y el esfuerzo continuado.
En definitiva, como otras disciplinas importantes para la formación integral del niño, la educación física es menospreciada en nuestro sistema educativo para no perder el tiempo en algo que no es, para los ideólogos educativos, esencial. Además, la educación física sufre ese prejuicio según el cual mente y cuerpo son entidades separadas en donde la mente es lo esencial y el cuerpo lo accesorio. Este prejuicio, como he dicho, es una herencia judeocristiana que debemos desterrar. Cuerpo y mente son atributos de un mismo ser, modos de ver una misma cosa, la formación del cuerpo sin la mente es embrutecimiento, pero también lo es la formación de la mente sin el cuerpo. Afortunadamente no somos solo músculos ni solo cerebros, somos ambas cosas y el desarrollo de una de esas facetas no puede ir en detrimento de la otra, así únicamente conseguimos una educación mutilada como la que hemos sufrido y hacemos sufrir aún hoy a los menores.
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Comment
Por si no lo conoces:
http://www40.brinkster.com/celtiberia/taylorgatto.html
Saludos y gracias por tus esfuerzos.
gracias
no conocía este artículo. he leído el principio y me parece interesante, quiero leerlo con la debida atención.
muchas gracias